Candace es una buena madre y ama de casa. Lo que su esposo no sospecha es que cuando ella se va de juerga es capaz de todo por satisfacer su eterna hambre de sexo.
Esta es una historia corta cuyo lenguaje es explícito y sus situaciones inapropiadas para menores de edad. Se recomienda discreción. +18.
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Leo metió dos dedos en mi conchita y repitó esta acción hasta conseguir una profusa lubricación vaginal. Con los dedos embebidos de mis jugos, empezó a abrir camino en mi ano para que pueda meterme su enorme herramienta.
—Estás apretadita. ¿Maurice no se come este manjarcito?
La mención a mi esposo me puso a mil. El morbo de recordar que mi marido está durmiendo en casa, fue como combustible para mi desenfreno.
—No Leo, no se lo come, mi culo siempre ha sido tuyo.
—Me enciende saberte ajena. Poder comerme tu culo sin compromiso. Eres ajena pero eres mía.
Esta es una historia corta cuyo lenguaje es explícito y sus situaciones inapropiadas para menores de edad. Se recomienda discreción. +18.
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Leo metió dos dedos en mi conchita y repitó esta acción hasta conseguir una profusa lubricación vaginal. Con los dedos embebidos de mis jugos, empezó a abrir camino en mi ano para que pueda meterme su enorme herramienta.
—Estás apretadita. ¿Maurice no se come este manjarcito?
La mención a mi esposo me puso a mil. El morbo de recordar que mi marido está durmiendo en casa, fue como combustible para mi desenfreno.
—No Leo, no se lo come, mi culo siempre ha sido tuyo.
—Me enciende saberte ajena. Poder comerme tu culo sin compromiso. Eres ajena pero eres mía.