El autor de este libro plantea desde la perspectiva filosófica que la actividad del político no puede estar desvinculada de la ética, aduciendo diversos pretextos que generan una distancia entre la llamada ´´política real´´ y la ´´idealidad´´. Esta dicotomía prohíja conductas oportunistas entre muchos políticos que desembocan en el cinismo y la burla a la ciudadanía. El político -gestor del bien común- y como persona tiene que sujetar sus acciones al derecho y a la ética, la última será la fuerza motriz que le permitirá ajustas sus acciones al contenido jurídico, las reglas de la administración, la transparencia, la rendición de cuentas y acrecentar los valores de la democracia. El texto presenta a la consideración de los interesados las características de la ciencia política, las nociones generales de la ética, la vinculación de ésta con las pasiones humanas, los principios de la acción ética y la virtud, así como un análisis de las principales virtudes humanas en su contexto político y social. Igualmente se establece un perfil del político, de los estatutos regulativos de la conducta; las relaciones entre la verdad y la política. Finalmente se elabora una propuesta de código deontológico del político. El objetivo final es facilitar al político -sin distinción ideológico o partidista- unos caminos o guías para poder transitar y reivindicar ante la ciudadanía la elevada misión humanista que su vocación y gestión le imponen para una sociedad más plena y justa.
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