Organizar un evento social, con apego a las más exquisitas normas de etiqueta y protocolo, es un arte que requiere de una cuidadosa planificación:
-Las normas, lejos de estorbar como si fueran una camisa de fuerza, se convierten en un aliado valioso que van indicando oportunamente tanto al anfitrión como al invitado, lo que se debe hacer o lo que se debe evitar para que el evento se desarrolle en todo su esplendor.
-Y, el arte, constituye la inspiración e iniciativa que el anfitrión le imprime a su propio evento.
Este libro Etiqueta y Protocolo – Cómo Organizar Eventos Sociales, es el resultado de varios años de investigación, comparación, síntesis y reflexiones personales que sustentaron los cursos, charlas y conferencias impartidos en el Instituto Nacional de Etiqueta y su objetivo es:
-Actualizar las normas de etiqueta y del protocolo social,
-Descubrir los secretos del arte de recibir con propiedad y buen gusto, y
-Sugerir un método simplificado y práctico que permita al anfitrión desenvolverse con acierto y seguridad, mientras se divierte, convirtiéndolo en el anfitrión ideal: “aquella persona a la que es un deleite visitar, porque es obvio que para él resulta una satisfacción recibir en su casa”.
-Las normas, lejos de estorbar como si fueran una camisa de fuerza, se convierten en un aliado valioso que van indicando oportunamente tanto al anfitrión como al invitado, lo que se debe hacer o lo que se debe evitar para que el evento se desarrolle en todo su esplendor.
-Y, el arte, constituye la inspiración e iniciativa que el anfitrión le imprime a su propio evento.
Este libro Etiqueta y Protocolo – Cómo Organizar Eventos Sociales, es el resultado de varios años de investigación, comparación, síntesis y reflexiones personales que sustentaron los cursos, charlas y conferencias impartidos en el Instituto Nacional de Etiqueta y su objetivo es:
-Actualizar las normas de etiqueta y del protocolo social,
-Descubrir los secretos del arte de recibir con propiedad y buen gusto, y
-Sugerir un método simplificado y práctico que permita al anfitrión desenvolverse con acierto y seguridad, mientras se divierte, convirtiéndolo en el anfitrión ideal: “aquella persona a la que es un deleite visitar, porque es obvio que para él resulta una satisfacción recibir en su casa”.