La Eucaristía puede verse como un ascensor capaz de alzarnos hasta la contemplación de Dios y de ampliar los horizontes de nuestra vida espiritual y apostólica. Esa elevación a las alturas divinas concede fuerzas impensadas para la lucha contra las tentaciones y defectos, además de ánimos para servir mejor a la Iglesia y a los hombres.
La Santa Misa nos habla del amor de Dios por los hombres, de la entrega de Jesucristo, de la Misericordia del Padre con los pecadores, de la constante acción del Espíritu Santo en el alma. Este libro busca resaltar algunos brillos de esas verdades de la fe, que ayuden al cristiano a percatarse de su hondura y engendren en su alma mayores deseos de unión con Dios.
El objetivo del libro es, en definitiva, ilustrar cómo conseguir que la participación eucarística sea ese ascensor que el alma cristiana necesita para volar al encuentro con Dios.
La Santa Misa nos habla del amor de Dios por los hombres, de la entrega de Jesucristo, de la Misericordia del Padre con los pecadores, de la constante acción del Espíritu Santo en el alma. Este libro busca resaltar algunos brillos de esas verdades de la fe, que ayuden al cristiano a percatarse de su hondura y engendren en su alma mayores deseos de unión con Dios.
El objetivo del libro es, en definitiva, ilustrar cómo conseguir que la participación eucarística sea ese ascensor que el alma cristiana necesita para volar al encuentro con Dios.