En Eva Luna, su tercera novela, Isabel Allende recupera su país a través de la memoria y la imaginación.
La cautivadora protagonista de esta historia constituye un nostálgico álter ego de la autora, que se llama a sí misma «ladrona de historias» precisamente porque en las historias radica el secreto de la vida y el mundo.
Novela de hondo perfil humano, Eva Luna funde el destino individual con el colectivo mediante una fulgurante prosa de carácter épico. Sin duda, una de las mejores obras de la literatura latinoamericana de los últimos años.
Reseña:
«Cuando Isabel Allende puso el punto final de Eva Luna, logró tatuarse un símbolo que honra su epidermis: dejó de ser chilena, peruana o venezolana, y pasó a ser intensamente latinoamericana.»
Luis Sepúlveda