El cuento es la continuidad de cuando Moty, un chico de 14 años, buscando caracoles por unas rocas, encuentra un enorme balón, lo limpia y es un gigantesco huevo, tan grande como unos diez huevos de avestruz, el huevo limpio y con el calor del sol empieza a reaccionar y sale un ser extraño, parece un dinosaurio.
El bebé-dinosaurio considera a Moty su mamá y le imita y obedece en todo, es listo y aprende con mucha rapidez.
Lo primero que come son plátanos que lleva Moty para su almuerzo, un bocadillo y agua.
En este cuento sigue educándose y aprendiendo el comportamiento de los humanos. Una anécdota de lo observador que es Dino, a la salida de una comida en un restaurante, en la que Dino se mantuvo metido en su huevo reducido en modo invisible para no llamar la atención, dice a Moty: “Ha habido muchas personas mayores, la mayoría van a menudo al médico quejándose de dolencias, que no se pueden mover, que no se pueden levantar, comen muy mal, etc, me he dado cuenta Moty, que a la hora de comer a ninguna persona le dolía nada”
El cuento trata de influir en los niños el consumo de fruta para sentirse tan fuerte y listo como un dinosaurio.
El bebé-dinosaurio considera a Moty su mamá y le imita y obedece en todo, es listo y aprende con mucha rapidez.
Lo primero que come son plátanos que lleva Moty para su almuerzo, un bocadillo y agua.
En este cuento sigue educándose y aprendiendo el comportamiento de los humanos. Una anécdota de lo observador que es Dino, a la salida de una comida en un restaurante, en la que Dino se mantuvo metido en su huevo reducido en modo invisible para no llamar la atención, dice a Moty: “Ha habido muchas personas mayores, la mayoría van a menudo al médico quejándose de dolencias, que no se pueden mover, que no se pueden levantar, comen muy mal, etc, me he dado cuenta Moty, que a la hora de comer a ninguna persona le dolía nada”
El cuento trata de influir en los niños el consumo de fruta para sentirse tan fuerte y listo como un dinosaurio.
