El fin de la Guerra Civil, con la victoria franquista y la derrota republicana, lanzó a cerca de medio millón de españoles a cruzar la frontera y buscar un refugio inicial en Francia o, en menor medida, en el norte de África. El éxodo, a pie, o en el mejor de lo casos, en automóvil, lo conformaron mujeres, niños, milicianos heridos y figuras de la cultura como Antonio Machado, además de personalidades políticas y militares de alta graduación. Una parte de esta población civil en desbandada regresó a España poco después, obligada en ocasiones por las autoridades francesas, otras de forma voluntaria. La suerte que corrieron los que regresaron fue desigual (algunos fueron encarcelados, otros lograron sobrevivir a base de silencio y discreción), al igual que la de los que permanecieron en el exilio. Los textos de este libro, publicados en EL PAÍS en distintos especiales, reflejan también la diversidad de este exilio republicano. Manu Leguineche relata esta gran epopeya, la de los hijos del destierro y la derrota que lucharon por la libertad de Francia o buscaron nuevas patrias en las que arraigar. Sergi Pàmies, Manuel Rivas, Juan Jesús Anárez, Empar Moliner, Juan Cruz y otros autores rescatan las distintas caras de la diáspora. Y Carlos Elordi refleja las vicisitudes de los que se quedaron en España y sufrieron “el exilio interior” o fueron objeto de represalias.
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