Estoy convencido de que sin Fátima es imposible comprender el siglo XX. La beatificación de Francisco y de Jacinta, de modo indirecto es una confirmación de la veracidad de las apariciones y, por tanto, también de la veracidad de los anuncios proféticos que la Virgen dio a los tres pastorcitos. Fátima es «un gran signo de los tiempos» , un «carisma para nuestro tiempo» .
Siguiendo las huellas de Juan Pablo II, creo conveniente que hagamos nuestro el mensaje de Fátima. Especialmente teniendo en cuenta que «en los designios de la Providencia nada es pura coincidencia», como dijo el Santo Padre cuando peregrinó por primera vez a Fátima en agradecimiento a la Virgen después del atentado . También nosotros, lícitamente, podemos pensar que «en los designios de la Providencia nada es pura coincidencia», y que hemos nacido del Corazón Inmaculado de María, ya que nuestro Instituto tuvo inicio precisamente el 25 de marzo de 1984, el día en que el Papa junto con los obispos de todo el mundo, consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María, de acuerdo al pedido de la Santísima Virgen en Fátima.
Siguiendo las huellas de Juan Pablo II, creo conveniente que hagamos nuestro el mensaje de Fátima. Especialmente teniendo en cuenta que «en los designios de la Providencia nada es pura coincidencia», como dijo el Santo Padre cuando peregrinó por primera vez a Fátima en agradecimiento a la Virgen después del atentado . También nosotros, lícitamente, podemos pensar que «en los designios de la Providencia nada es pura coincidencia», y que hemos nacido del Corazón Inmaculado de María, ya que nuestro Instituto tuvo inicio precisamente el 25 de marzo de 1984, el día en que el Papa junto con los obispos de todo el mundo, consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María, de acuerdo al pedido de la Santísima Virgen en Fátima.