"Una convicción he extraído de la experiencia de los últimos años: la vida no es una broma y no es una diversión, la vida no es incluso un placer... la vida es una labor penosa. La renuncia, la renuncia constante, he ahí su sentido secreto, su acertijo: no el cumplimiento de las ideas y los ensueños preferidos, por elevados que éstos sean, sino el cumplimiento del deber, he ahí de qué debe preocuparse el hombre; sin ponerse sobre sí las cadenas, las férreas cadenas del deber, no puede éste llegar, sin caer, hasta el final de su palestra; y en la juventud pensamos: cuanto más libre, tanto mejor, más lejos irás. A la juventud se le permite pensar así, pero da vergüenza consolarse con un engaño..."
Iván Turguéniev
Iván Turguéniev