Heidegger, como Husserl, estuvo influenciado sobre todo por los presocráticos de la filosofía griega, por el filósofo danés Sören Kierkegaard, y por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche. En su obra más importante e influyente, Ser y tiempo (1927), Heidegger se preocupó de lo que consideraba la cuestión filosófica (y humana) esencial: ¿Qué es ser? Esto le llevaba a la pregunta, qué clase de ser (Sein) tienen los seres humanos. Y también a reflexionar sobre la esencialidad de la palabra, la verdad, la nada y todo el conjunto óntico y metafísico que nos referencia con el Ser. Éstos, decía, son arrojados a un mundo que no han creado pero que consiste en asuntos útiles en potencia, incluyendo tanto la cultura como los objetos naturales. Puesto que esos objetos y artefactos resultantes llegan a la humanidad desde el pasado o se utilizan en el presente para alcanzar metas futuras, en su interpretación Heidegger propuso una relación fundamental entre el modo de ser de los objetos y de la humanidad, y de la estructura del tiempo. Reflexionaremos en la estrategia de investigación de Heidegger entrelazando tres conjuntos de problemas: a) la filosofía trascendental con la ontología con el fin de caracterizar la analítica existencial como ontología fundamental b) transformar la fenomenología en hermeméutica trascendental para desarrollar la ontología fundamental como hermenéutica existencial y c) unir a la hermenéutica existencial con la filosofía de la existencia. Todo el texto está escrito en lenguaje sencillo, fácil de comprender.
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