«Este libro es un examen de parte de la historia intelectual que ha sido marginada y excluida de la historia de las ideas en Cuba, sobre todo de la que se viene escribiendo a partir del triunfo de la Revolución en 1959 y que tiene como único empeño arraigar la cultura cubana en la tradición marxista. Hay que decir, sin embargo, que las generaciones de los años 20-30 y 40-50 del siglo XX fueron, principalmente, orteguianas. Ahora bien, dentro de este ambiente de fascinación por Ortega solo un reducido grupo de la llamada Generación de los Cuarenta pudo escapar de los excesos literarios y periodísticos del orteguismo, que ocultaban una notoria incapacidad para el pensamiento sistemático-especulativo.
»Ha sido justo la Generación de los Cuarenta la que ha sufrido el más severo destierro de la cultura cubana a partir de 1960, perdiéndose con ello la conexión del pensamiento cubano con la filosofía. Junto a aquella, se esfumó también –de una manera casi mágica– el orteguismo y fue reemplazado por el marxismo. Hoy puede asegurarse que la tendencia del pensamiento cubano a expresarse literariamente –y que en el orteguismo había encontrado su caldo de cultivo– junto a la ideologización que sufrió en manos del marxismo soviético transferido a la isla, son las causas principales del estancamiento –que dura ya más de medio siglo– de la filosofía cubana.
»Lo que se hace actualmente en Cuba, a título de filosofía, no es ni filosófico ni es cubano. Allí, donde quedó la asimilación creativa –vía epistemológica– de la filosofía de Ortega y Gasset se detuvo también el proyecto de constitución de la filosofía cubana. La sistematización y superación del orteguismo –que en el caso cubano se conjuga con la necesidad de extirpación del marxismo– es la tarea pendiente del pensamiento filosófico latinoamericano.»
Alexis Jardines
»Ha sido justo la Generación de los Cuarenta la que ha sufrido el más severo destierro de la cultura cubana a partir de 1960, perdiéndose con ello la conexión del pensamiento cubano con la filosofía. Junto a aquella, se esfumó también –de una manera casi mágica– el orteguismo y fue reemplazado por el marxismo. Hoy puede asegurarse que la tendencia del pensamiento cubano a expresarse literariamente –y que en el orteguismo había encontrado su caldo de cultivo– junto a la ideologización que sufrió en manos del marxismo soviético transferido a la isla, son las causas principales del estancamiento –que dura ya más de medio siglo– de la filosofía cubana.
»Lo que se hace actualmente en Cuba, a título de filosofía, no es ni filosófico ni es cubano. Allí, donde quedó la asimilación creativa –vía epistemológica– de la filosofía de Ortega y Gasset se detuvo también el proyecto de constitución de la filosofía cubana. La sistematización y superación del orteguismo –que en el caso cubano se conjuga con la necesidad de extirpación del marxismo– es la tarea pendiente del pensamiento filosófico latinoamericano.»
Alexis Jardines