La joven Elizabeth Armstrong, única hija de un hombre de negocios, viudo
y adinerado, recibe la primera carta de Rosalind, que promete romper el
obstinado silencio con que el señor Armstrong ha rodeado siempre el
nacimiento de su hija en el Río de la Plata. Sus cartas se remontan
cuarenta años atrás, hasta el camino de Buenos Aires a Córdoba que ha
unido las vidas de Rosalind, de Oliver Armstrong, de la actriz española
doña Ana de Cáceres y de Manuel Baigorria, militar untario exiliado
entre los indios ranqueles que los toma prisioneros. Allí Rosalind
pierde a su marido y también al niño que espera. Pero inicia su propio
"camino de Finisterre", metáfora, si las hay, del límite y el extremo
donde nos enfrentamos a lo desconocido y aterrador dentro de nosotros
mismos. Idéntico camino que Elizabeth, su fascinada lectora, comienza a
desandar hacia su propio origen.
y adinerado, recibe la primera carta de Rosalind, que promete romper el
obstinado silencio con que el señor Armstrong ha rodeado siempre el
nacimiento de su hija en el Río de la Plata. Sus cartas se remontan
cuarenta años atrás, hasta el camino de Buenos Aires a Córdoba que ha
unido las vidas de Rosalind, de Oliver Armstrong, de la actriz española
doña Ana de Cáceres y de Manuel Baigorria, militar untario exiliado
entre los indios ranqueles que los toma prisioneros. Allí Rosalind
pierde a su marido y también al niño que espera. Pero inicia su propio
"camino de Finisterre", metáfora, si las hay, del límite y el extremo
donde nos enfrentamos a lo desconocido y aterrador dentro de nosotros
mismos. Idéntico camino que Elizabeth, su fascinada lectora, comienza a
desandar hacia su propio origen.