Desde hace años sabemos que estamos ante un mineral que deberíamos manejar y emplear con sumo cuidado, pero si tenemos en cuenta que podemos incluso adquirirlo en los supermercados y que hasta los niños disponen en sus hogares de numerosos preparados que lo contienen, el peligro alcanza proporciones intolerables.
La dosis del elemento flúor es acumulativa, sea cual sea su estado y procedencia. De tal modo, aunque la dosis del flúor hogareño en principio no fuera excesivamente perjudicial, cuando lo unimos a todos los demás lugares y mucho más a su presencia en el agua potable, el daño es altamente perjudicial. No hay justificación médica para fluorar el agua de bebida, ni tampoco para incluirlo en nuestras pasta dentales.
El flúor, y esto debe quedar bien claro, debe desaparecer de nuestros hogares.
La dosis del elemento flúor es acumulativa, sea cual sea su estado y procedencia. De tal modo, aunque la dosis del flúor hogareño en principio no fuera excesivamente perjudicial, cuando lo unimos a todos los demás lugares y mucho más a su presencia en el agua potable, el daño es altamente perjudicial. No hay justificación médica para fluorar el agua de bebida, ni tampoco para incluirlo en nuestras pasta dentales.
El flúor, y esto debe quedar bien claro, debe desaparecer de nuestros hogares.