Nosotros vivimos en una generación en la cual los impactos visuales juegan un papel cada vez más importante, y gracias a la fotografía podemos detener y analizar momentos visuales que habitualmente pasan fugaces ante nuestros ojos. De igual modo, gracias a la fotografía, podemos establecer comparaciones entre dos momentos, personas o sucesos similares, y reconsiderar nuestra opinión sobre ellos, evaluándolos con mayor serenidad.
La fotografía emplea medios maravillosos de expresión propia, y cuando tomamos fotografías se unen la elaboración técnica en la cámara oscura del aparato, el clímax lógico del suceso que estamos imprimiendo, tanto el que vemos realmente como aquel que visualizamos en nuestra imaginación, así como una serie de detalles que son imprevisibles y que veremos cuando finalice todo el proceso. Por eso, cada fotografía es, simultáneamente, una obra de arte y una incógnita. Incluso la tecnología digital que permite ver instantáneamente el resultado de una fotografía, es una incógnita hasta que la visualizamos.
Debemos reconocer que ahora todo parece fácil con las cámaras digitales y el alejamiento de los laboratorios de revelado; pero así no se aprende fotografía. Así se aprende a disparar un obturador que es simplemente un pulsador electrónico. Así que en este libro nos vamos a olvidar de las cámaras digitales y le vamos a enseñar cómo se aprende realmente a fotografiar. Busque un equipo analógico (los encontrará a precio de saldo), practique como antaño y en pocos meses podrá convertirse en un auténtico fotógrafo, amateur o profesional.
La fotografía emplea medios maravillosos de expresión propia, y cuando tomamos fotografías se unen la elaboración técnica en la cámara oscura del aparato, el clímax lógico del suceso que estamos imprimiendo, tanto el que vemos realmente como aquel que visualizamos en nuestra imaginación, así como una serie de detalles que son imprevisibles y que veremos cuando finalice todo el proceso. Por eso, cada fotografía es, simultáneamente, una obra de arte y una incógnita. Incluso la tecnología digital que permite ver instantáneamente el resultado de una fotografía, es una incógnita hasta que la visualizamos.
Debemos reconocer que ahora todo parece fácil con las cámaras digitales y el alejamiento de los laboratorios de revelado; pero así no se aprende fotografía. Así se aprende a disparar un obturador que es simplemente un pulsador electrónico. Así que en este libro nos vamos a olvidar de las cámaras digitales y le vamos a enseñar cómo se aprende realmente a fotografiar. Busque un equipo analógico (los encontrará a precio de saldo), practique como antaño y en pocos meses podrá convertirse en un auténtico fotógrafo, amateur o profesional.