Fouché, el genio tenebroso (también traducido al español simplemente como Fouché o como Fouché. Retrato de un hombre político) es un libro biográfico del escritor austríaco Stefan Zweig en el que se narra la vida del político francés Joseph Fouché.
Este libro es la particular visión de Zweig acerca de la vida del influyente político francés Joseph Fouché, que desempeñó un papel importante en la Francia de finales del siglo XVIII y principios del XIX, es decir, en el convulso periodo que media entre la revolución francesa y el imperio napoleónico, y la vuelta a la monarquía por la que el estado francés pasó durante esos años.
Zweig aborda el libro siguiendo su estilo particular, en el que prescinde de fechas y datos para ahondar en la personalidad y el carácter del personaje retratado, buscando sus motivaciones íntimas y tratando de desentrañar así las verdaderas causas de los acontecimientos.
Nos advierte en el prefacio al libro que aunque elige la figura de Joseph Fouché no lo hace porque piense que se trata de alguien admirable, sino más bien porque le parece el ejemplar perfecto del político, es decir, un hombre absolutamente inmoral, con todas las connotaciones que eso implicaba en la época en la que escribió, y para la que escribió esta obra –la convulsa época del siglo veinte, con sus fascismos y sus abusos de poder-.
Este libro es la particular visión de Zweig acerca de la vida del influyente político francés Joseph Fouché, que desempeñó un papel importante en la Francia de finales del siglo XVIII y principios del XIX, es decir, en el convulso periodo que media entre la revolución francesa y el imperio napoleónico, y la vuelta a la monarquía por la que el estado francés pasó durante esos años.
Zweig aborda el libro siguiendo su estilo particular, en el que prescinde de fechas y datos para ahondar en la personalidad y el carácter del personaje retratado, buscando sus motivaciones íntimas y tratando de desentrañar así las verdaderas causas de los acontecimientos.
Nos advierte en el prefacio al libro que aunque elige la figura de Joseph Fouché no lo hace porque piense que se trata de alguien admirable, sino más bien porque le parece el ejemplar perfecto del político, es decir, un hombre absolutamente inmoral, con todas las connotaciones que eso implicaba en la época en la que escribió, y para la que escribió esta obra –la convulsa época del siglo veinte, con sus fascismos y sus abusos de poder-.