Bajo el título “Francisco. Un santo de película”, su autora completa una excepcional labor de recopilación de la cinematografía sobre la vida de San Francisco, lo que aprovecha para desvelar, con acierto, la realidad histórica y las invenciones; así se nos muestra, en particular, con Santa Clara, discípula del santo de Asís.
Las comparaciones entre los distintos y numerosos filmes ponen de manifiesto aciertos, divergencias y comprensibles repeticiones, junto con el extraordinario interés que ha suscitado en el cine la figura de un joven Francisco inmerso en una circunstancia nada propicia para su transformación a lo divino. El conjunto, con la movilidad del cine que le imprime la operadora Carmen Pugliese, acierta a situarnos en una Italia medieval (1181-1226) con sus luchas e intrigas civiles y eclesiásticas: Roma al fondo y el Poverello de Asís con sus compañeros nimbando con su dulzura toda una época.
Pugliese quiso celebrar el 800 aniversario de la peregrinación de Francisco de Asís a Compostela, con una excursión en la cinematografía franciscana, y nos ofrece en estas páginas los apuntes de su viaje.
El resultado es un breve y novedoso ensayo con encanto, que prende en el lector como pocas lecturas serían hoy capaces de hacerlo; aunque, en verdad, el milagroso Francisco, hoy quizás más que nunca cuando por primera vez un Papa ha adoptado su nombre, sigue cautivando los espíritus con su perenne ejemplaridad.
Las comparaciones entre los distintos y numerosos filmes ponen de manifiesto aciertos, divergencias y comprensibles repeticiones, junto con el extraordinario interés que ha suscitado en el cine la figura de un joven Francisco inmerso en una circunstancia nada propicia para su transformación a lo divino. El conjunto, con la movilidad del cine que le imprime la operadora Carmen Pugliese, acierta a situarnos en una Italia medieval (1181-1226) con sus luchas e intrigas civiles y eclesiásticas: Roma al fondo y el Poverello de Asís con sus compañeros nimbando con su dulzura toda una época.
Pugliese quiso celebrar el 800 aniversario de la peregrinación de Francisco de Asís a Compostela, con una excursión en la cinematografía franciscana, y nos ofrece en estas páginas los apuntes de su viaje.
El resultado es un breve y novedoso ensayo con encanto, que prende en el lector como pocas lecturas serían hoy capaces de hacerlo; aunque, en verdad, el milagroso Francisco, hoy quizás más que nunca cuando por primera vez un Papa ha adoptado su nombre, sigue cautivando los espíritus con su perenne ejemplaridad.