Tres años después de que cayese la maldición sobre Lumatere, Froi ha encontrado un nuevo hogar, o al menos, eso cree. Ferozmente leal a Finnikin y a la reina, Froi se ha entrenado para formar parte de la Guardia de la casa real, ha jurado proteger al reino y ha aprendido a controlar su temperamento. Pero cuando le mandan en misión secreta al reino de Charyn, no está preparado para lo que se encontrará allí. El pueblo está sufriendo, y parece que existen oscuros lazos de parentesco con la princesa enloquecida, que deberá desenmascarar.
En este desolado ambiente Froi descubrirá que existe una canción que apacigua la sangre, y aunque le cueste aceptarlo, entenderá que ha llegado el momento de calmarse y escuchar.
En este desolado ambiente Froi descubrirá que existe una canción que apacigua la sangre, y aunque le cueste aceptarlo, entenderá que ha llegado el momento de calmarse y escuchar.