Fronteras de agua” nos traslada hasta la polémica isla de Perejil, en la que, a causa de una serie de malentendidos y problemas con una plataforma petrolífera en las Islas Canarias, los gobiernos de España y Marruecos se enfrentan llevando a una guerra entre ambos países.
La novela se encuentra inspirada en la crisis del 2002 entre España y Marruecos por el control de la isla, aunque según asegura el autor “no se trata, en modo alguno, de un ensayo histórico ni de un artículo periodístico. La realidad sirve únicamente de inspiración e hilo de guía” y está divida en dos partes. En la primera de ellas, que se funda con una aparentemente banal conversación, el autor describe ampliamente la situación y los beligerantes, consiguiendo situar al lector en tiempo y un lugar muy precisos. En la segunda parte tiene lugar el conflicto. Un enfrentamiento imaginario entre el ejército español y el marroquí que resulta bastante realista y escalofriante.
La novela se encuentra inspirada en la crisis del 2002 entre España y Marruecos por el control de la isla, aunque según asegura el autor “no se trata, en modo alguno, de un ensayo histórico ni de un artículo periodístico. La realidad sirve únicamente de inspiración e hilo de guía” y está divida en dos partes. En la primera de ellas, que se funda con una aparentemente banal conversación, el autor describe ampliamente la situación y los beligerantes, consiguiendo situar al lector en tiempo y un lugar muy precisos. En la segunda parte tiene lugar el conflicto. Un enfrentamiento imaginario entre el ejército español y el marroquí que resulta bastante realista y escalofriante.