Este libro es una selección de las frases que Piolo Juvera publicó por más de dos años en Twitter. Sus creaciones de 140 caracteres —o menos— nos invitan a reflexionar, a repensar con humor, a mojarnos con una inesperada llovizna de poesía y a ser arrastrados en una verdadera aventura del lenguaje.
El autor se confiesa adicto al juego. De palabras. Las cuales imagina como piezas de Lego que, colocadas bajo su piológica, resultan en construcciones inesperadas y fascinantes. «De cierto modo eso es lo que hacemos al escribir: acomodar piezas, a la mano de todos, hay quienes construyen edificaciones simétricas y límpidas, mientras que algunos optan por diseños vanguardistas y caprichosos; otros tantos no consiguen hacer más que desastres».
COLECCIÓN MINUCIAS¬¬¬¬¬
Decía el escritor francés Alexandre Dumas: «Todo cabe en lo breve. Pequeño es el niño y encierra al hombre; estrecho es el cerebro y cobija el pensamiento; no es el ojo más que un punto y abarca leguas». Y ésta es una manera de verlo, parecida a como en Algarabía EDITORIAL nos gusta hacerlo. Por supuesto que compartimos el alcance de la brevedad al que se refiere Dumas, y también nos gusta la brevedad trivial, la juguetona, la inútil, la irónica, la burlona; aquella que pone el dedo en la llaga.
Leemos lo diminuto, sólo porque puede lanzarse como una piedra, para que salte sobre la superficie de un río cinco o seis veces antes de hundirse, como lo hacíamos de niños mientras metíamos los pies en el agua.
Y así, con la COLECCIÓN MINUCIAS, hacemos un espacio y un homenaje a la palabra en corto; a la brevedad que se aventura entre los enormes edificios y ciudades, y nos ilumina con su pequeñez desorbitada; al lúdico encuentro entre la inteligencia y la sensibilidad; al humor filoso —el capaz, en unas cuantas líneas, de herirnos o provocar en nosotros la carcajada más ruidosa—, y también a la «nanoliteratura», a la letra enana: un verso, un fragmento, un inicio de novela, un renglón oportuno.
Con esta colección queremos celebrar la palabra por la palabra misma y, para ello, qué mejor que permitir que minificciones, palíndromos, haikús, greguerías, incipit, epitafios y toda clase de brevedades que puedan acumularse, aparezcan en nuestras publicaciones.
Quien se interne en esta colección puede estar seguro de que no se aburrirá, de que las ráfagas de letras llegarán zumbándole la frente y de que, si no se agacha, podría pasarle lo que al perico…
A la manera de Algarabía EDITORIAL, los textos que presentamos son amenos, atrevidos, desfachatados, inteligentes, originales, sencillos, claros, pero, sobre todo, retadores. Y esta característica obedece a la intención de nuestro sello editorial de dirigir los libros que publicamos a lectores activos, que participen y recreen cada una de sus lecturas.
Porque sabemos que en el reto y en la estimulación de la inteligencia se encuentra la semilla de la creatividad y el disfrute, la COLECCIÓN MINUCIAS se aventura por un camino que mucho tiene de menudencia, insignificancia, nimiedad, pequeñez, futilidad, nadería, fruslería, pero más, de gozo, greguería, algarabía, alboroto, griterío, poesía y diversión…
El autor se confiesa adicto al juego. De palabras. Las cuales imagina como piezas de Lego que, colocadas bajo su piológica, resultan en construcciones inesperadas y fascinantes. «De cierto modo eso es lo que hacemos al escribir: acomodar piezas, a la mano de todos, hay quienes construyen edificaciones simétricas y límpidas, mientras que algunos optan por diseños vanguardistas y caprichosos; otros tantos no consiguen hacer más que desastres».
COLECCIÓN MINUCIAS¬¬¬¬¬
Decía el escritor francés Alexandre Dumas: «Todo cabe en lo breve. Pequeño es el niño y encierra al hombre; estrecho es el cerebro y cobija el pensamiento; no es el ojo más que un punto y abarca leguas». Y ésta es una manera de verlo, parecida a como en Algarabía EDITORIAL nos gusta hacerlo. Por supuesto que compartimos el alcance de la brevedad al que se refiere Dumas, y también nos gusta la brevedad trivial, la juguetona, la inútil, la irónica, la burlona; aquella que pone el dedo en la llaga.
Leemos lo diminuto, sólo porque puede lanzarse como una piedra, para que salte sobre la superficie de un río cinco o seis veces antes de hundirse, como lo hacíamos de niños mientras metíamos los pies en el agua.
Y así, con la COLECCIÓN MINUCIAS, hacemos un espacio y un homenaje a la palabra en corto; a la brevedad que se aventura entre los enormes edificios y ciudades, y nos ilumina con su pequeñez desorbitada; al lúdico encuentro entre la inteligencia y la sensibilidad; al humor filoso —el capaz, en unas cuantas líneas, de herirnos o provocar en nosotros la carcajada más ruidosa—, y también a la «nanoliteratura», a la letra enana: un verso, un fragmento, un inicio de novela, un renglón oportuno.
Con esta colección queremos celebrar la palabra por la palabra misma y, para ello, qué mejor que permitir que minificciones, palíndromos, haikús, greguerías, incipit, epitafios y toda clase de brevedades que puedan acumularse, aparezcan en nuestras publicaciones.
Quien se interne en esta colección puede estar seguro de que no se aburrirá, de que las ráfagas de letras llegarán zumbándole la frente y de que, si no se agacha, podría pasarle lo que al perico…
A la manera de Algarabía EDITORIAL, los textos que presentamos son amenos, atrevidos, desfachatados, inteligentes, originales, sencillos, claros, pero, sobre todo, retadores. Y esta característica obedece a la intención de nuestro sello editorial de dirigir los libros que publicamos a lectores activos, que participen y recreen cada una de sus lecturas.
Porque sabemos que en el reto y en la estimulación de la inteligencia se encuentra la semilla de la creatividad y el disfrute, la COLECCIÓN MINUCIAS se aventura por un camino que mucho tiene de menudencia, insignificancia, nimiedad, pequeñez, futilidad, nadería, fruslería, pero más, de gozo, greguería, algarabía, alboroto, griterío, poesía y diversión…
