La Gestión de la Calidad se compone de dos vertientes, ambas imprescindibles: una técnica o metodológica y la otra, humanística. Sólo de un casamiento armónico entre esos dos elementos, es que la Calidad tendrá condiciones de ser reconocida como auténtica, generando beneficios para la sociedad.
En la afirmación anterior está implícito que será necesario desarrollar en forma simultánea, los aspectos metodológicos de la Gestión de la Calidad, junto con lo que se denomina Crecimiento del Ser Humano, el cual incluye motivación, participación y valorización de los funcionarios públicos, los que así serán capaces de transformar un instrumental técnico extremamente poderoso en resultados favorables para la organización específica y para la comunidad. Una nueva forma de percibir al mundo, a las organizaciones, a las personas y a las relaciones entre todos esos elementos, o sea una nueva forma de pensar, sentir y actuar es el camino a recorrer cuando honestamente se está interesado en la implantación de la Gestión de la Calidad en el Servicio Público.
En la afirmación anterior está implícito que será necesario desarrollar en forma simultánea, los aspectos metodológicos de la Gestión de la Calidad, junto con lo que se denomina Crecimiento del Ser Humano, el cual incluye motivación, participación y valorización de los funcionarios públicos, los que así serán capaces de transformar un instrumental técnico extremamente poderoso en resultados favorables para la organización específica y para la comunidad. Una nueva forma de percibir al mundo, a las organizaciones, a las personas y a las relaciones entre todos esos elementos, o sea una nueva forma de pensar, sentir y actuar es el camino a recorrer cuando honestamente se está interesado en la implantación de la Gestión de la Calidad en el Servicio Público.