%Giro es una novela al estilo de Romeo y Julieta y El principito, con mensajes importantes, como descubrir el valor de las cosas y estar bien con uno mismo y con nuestra vida, lo esencial de la realidad, la amistad, lo especial y únicos que somos todos y cada uno de nosotros y el triunfo del amor.
Johan se va a tomar un mes de vacaciones de todo, trabajo y familia. Elije para ello la casa de Muriel, a la que conoce de siempre. Muriel tiene 86 años pero se conserva estupenda, incluso en belleza. La casa de Muriel está en San Jacinto, perdido en un mar azul y plácido. Hay dos San Jacinto, el pueblo de arriba y el de la costa. Por supuesto, los habitantes de arriba y los de abajo se llevan mal, a los de abajo les llaman «los taparrabos» pues pescan casi desnudos. No sólo hay racismo de este tipo sino de todos: las comunidades ortodoxa, católica, judía y musulmana pretende vivir separadamente, sobre todo no emparentar. Y hasta se segregan según el color de la piel. San Jacinto, pues, es un pequeño mundo de intolerancia. Aunque en el día a día se vive con tranquilidad, la zona es maravillosa: están el faro, mar, volcán, vergel, campos de cultivo, bosque, campos de flores, cuevas.
Otras pequeñas miserias han hecho mucho daño. Es el caso de la historia de amor imposible de Adara y Giro. Con 12 y 13 años de edad se enamoraron, pero tenían religiones distintas y diferente piel. Giro bastante negro, ella muy blanca y rubia de ojos azules. Sus padres nunca aceptarían aquella relación…
Adara creyó que Giro había muerto tras la paliza y se sintió morir. Lo que aprovechó su madre para urdir una trágica mentira. Giro, pensando que su amada estaba muerta, murió en vida. Además, comenzó a aparecer y desaparecer, a hacer maldades y hasta le llamaban el «fantasma», porque parecía muerto en vida y siempre les atemorizaba.
Cuando Johan llega a San Jacinto, al primero al que conoce es a Giro. Y, en el morral de Giro, Johan descubre su diario con la historia de su amor. Ah, Johan quiere ayudar en su pena a su amigo, pero, ¿cómo ayudar a un fantasma?...
Johan aprende a valorar el amor de los suyos y el valor de lo cotidiano. Regresa feliz a su antigua vida, más crecido y rico humanamente. Pero, ¿acaso Giro y Adara se reúnen tras siete años de separación para no separase ya jamás?
El desgarro ante la imposibilidad del amor mata las almas… pero el amor conquista lo imposible y vence.
Johan se va a tomar un mes de vacaciones de todo, trabajo y familia. Elije para ello la casa de Muriel, a la que conoce de siempre. Muriel tiene 86 años pero se conserva estupenda, incluso en belleza. La casa de Muriel está en San Jacinto, perdido en un mar azul y plácido. Hay dos San Jacinto, el pueblo de arriba y el de la costa. Por supuesto, los habitantes de arriba y los de abajo se llevan mal, a los de abajo les llaman «los taparrabos» pues pescan casi desnudos. No sólo hay racismo de este tipo sino de todos: las comunidades ortodoxa, católica, judía y musulmana pretende vivir separadamente, sobre todo no emparentar. Y hasta se segregan según el color de la piel. San Jacinto, pues, es un pequeño mundo de intolerancia. Aunque en el día a día se vive con tranquilidad, la zona es maravillosa: están el faro, mar, volcán, vergel, campos de cultivo, bosque, campos de flores, cuevas.
Otras pequeñas miserias han hecho mucho daño. Es el caso de la historia de amor imposible de Adara y Giro. Con 12 y 13 años de edad se enamoraron, pero tenían religiones distintas y diferente piel. Giro bastante negro, ella muy blanca y rubia de ojos azules. Sus padres nunca aceptarían aquella relación…
Adara creyó que Giro había muerto tras la paliza y se sintió morir. Lo que aprovechó su madre para urdir una trágica mentira. Giro, pensando que su amada estaba muerta, murió en vida. Además, comenzó a aparecer y desaparecer, a hacer maldades y hasta le llamaban el «fantasma», porque parecía muerto en vida y siempre les atemorizaba.
Cuando Johan llega a San Jacinto, al primero al que conoce es a Giro. Y, en el morral de Giro, Johan descubre su diario con la historia de su amor. Ah, Johan quiere ayudar en su pena a su amigo, pero, ¿cómo ayudar a un fantasma?...
Johan aprende a valorar el amor de los suyos y el valor de lo cotidiano. Regresa feliz a su antigua vida, más crecido y rico humanamente. Pero, ¿acaso Giro y Adara se reúnen tras siete años de separación para no separase ya jamás?
El desgarro ante la imposibilidad del amor mata las almas… pero el amor conquista lo imposible y vence.
