“El libro toca numerosas materias de interés general en sus más de 500 páginas, por donde nos conducen magistralmente tanto Koldo como Félix, siguiendo la línea general de esta editorial que suele publicar obras tanto históricas, de actualidad o relacionados con enigmas o misterios del pasado, cargados con una alta dosis de sugestiva temática.”(http://aam.org.es)
Los grandes desastres tecnológicos han sido silenciados en la prensa por presiones políticas o intereses económicos, no se han explicado sus causas, su desarrollo y sus últimas consecuencias hasta ahora.
Detrás de los desastres tecnológicos, tanto si estos han causado víctimas como si no, no siempre se esconden errores humanos, fallos de cálculo o carencias en la tecnología de la época, sino que muchas veces, pongamos por ejemplo el caso de Chernóbil, el desastre se genera porque un hombre se cree más listo que sus predecesores y osa desactivar los sistemas de seguridad que los que trabajaron antes que él predispusieron; otras veces, pongamos ahora de ejemplo los trenes de alta velocidad japoneses, los fallos se provocan por el exceso de celo de los ingenieros y constructores; en ocasiones los errores no se descubren jamás como en el caso de las explosiones en vuelo del modelo de avión Comet; y otras veces, los fallos y averías vienen determinadas de fábrica, como en el caso de la mayoría de automóviles. Grandes desastres tecnológicos analiza de un modo ameno pero muy informativo, los desastres que se han dado a lo largo de la historia y que no se han investigado suficiente o bien por presiones políticas o por intereses comerciales o, simplemente, porque eran fallos en un tipo de tecnología que la gente desconocía.
Koldobica Gotxone y Félix Ballesteros utilizan toda la documentación posible, además de su experiencia personal, en algunos casos, para descubrirnos qué se esconde detrás de los fracasos humanos en temas tan determinantes como la aviación, la informática, la energía o la carrera espacial. Nos mostrarán la explicación a descalabros como el del Challenger y el Apollo I que estallaron en la vorágine de la carrera espacial, o el del puente de Tacoma y el del moderno Puente del Támesis, cerrado a los pocos días de su tardía apertura; nos darán a conocer diseños catastróficos como el de los grandes dirigibles o el del avión comercial soviético Tupolev; y, por supuesto, nos desgranarán los errores en cadena que se han ocultado en tragedias como la de Chernóbil o los escapes químicos de Seveso y Bophal, enseñándonos qué ha sido de esos lugares y cómo se encuentran en la actualidad. Los autores además informan y trasmiten los datos de un modo comprensible a cualquier lector, algo que a veces los medios de comunicación no saben o no quieren hacer, y, en los casos en que no hay pérdidas humanas, no dudan en usar el humor y la ironía para que la lectura sea amena.
Razones para comprar la obra:
- La obra narra de un modo sencillo el desarrollo y las causas de los desastres.
- Los autores utilizan todo tipo de fuentes documentales y muchas experiencias personales basadas en su larga trayectoria en el mundo de la medicina, la informática y las telecomunicaciones.
- El tono es divulgativo, ameno e informativo, además, excepto en los caso en los que hay víctimas, los desastres son tratados con humor e ironía.
- Analizan los desastres hasta sus conclusiones finales, que no suelen aparecer en la prensa porque la noticia pierde interés, y arrojan a los lectores sorprendentes datos desconocidos.
La historia de la humanidad, desde las hachas de sílex hasta la World Wide Web, está hecha de grandes avances y tremendas enmiendas, algunas de ellas trágicas, por esto esta obra, lejos de realizar una crítica al progreso, nos hace llegar una imagen esperanzadora de la humanidad, una humanidad valiente que aprende de sus errores.