Grandes momentos de Colombia, incluye solo temas positivos, que nos dan orgullo y nos hacen especiales a los colombianos. Es consecuente con el reclamo de una gran corriente ciudadana que desea que lo bueno, lo destacable del país, tenga difusión, para contrarrestar el lastre de sus peores modelos sociales. Es un libro que no habla de tragedias, fracasos o frustraciones; se escribió para confiar en lo nuestro.
Su misión es consignar las conquistas de mujeres y hombres con capacidad para lo grande; de seres humanos colombianos excepcionales, dignos de aclamar, en el campo de la cultura, la ciencia, el deporte, las letras y las artes. De innovadores, ingenieros, deportistas, héroes, próceres, reinas, y artistas, que le han dado honor a la patria, y agitado la emoción del alma colombiana con sus triunfos, generando unión entre nosotros, lo que también significa paz; y que pesan mucho más que los peores ejemplos humanos promovidos, y que afectan la imagen de Colombia.
El gran significado de estas historias inyecta orgullo al sueño de una Nación, que toma sus conquistas como propias. Su energía despierta motiva sentido de pertenencia y sentimientos colombianistas que contrarrestan los dolores del país.
Los colombianos somos nostálgicos, evocadores de historias propias con final feliz, por eso, las de este libro conforman la relación más valiosa de nuestra memoria individual y colectiva. Recordarlas hace amables añoranzas.
Su misión es consignar las conquistas de mujeres y hombres con capacidad para lo grande; de seres humanos colombianos excepcionales, dignos de aclamar, en el campo de la cultura, la ciencia, el deporte, las letras y las artes. De innovadores, ingenieros, deportistas, héroes, próceres, reinas, y artistas, que le han dado honor a la patria, y agitado la emoción del alma colombiana con sus triunfos, generando unión entre nosotros, lo que también significa paz; y que pesan mucho más que los peores ejemplos humanos promovidos, y que afectan la imagen de Colombia.
El gran significado de estas historias inyecta orgullo al sueño de una Nación, que toma sus conquistas como propias. Su energía despierta motiva sentido de pertenencia y sentimientos colombianistas que contrarrestan los dolores del país.
Los colombianos somos nostálgicos, evocadores de historias propias con final feliz, por eso, las de este libro conforman la relación más valiosa de nuestra memoria individual y colectiva. Recordarlas hace amables añoranzas.