Grandeza y decadencia de César Biroteau, perfumista (1837) es una de las novelas más emblemáticas de La comedia humana. En ella quiso Balzac elevar a rango de héroe novelesco al propietario de una perfumería, al que los honores que recibe tras una vida de «probidad comercial» empujan al deseo de hacerse «un lugar en la sociedad elegante» y de aumentar su fortuna mediante una operación de «comercio abstracto», es decir, una de las que permiten llevarse «lo más sustancioso de las ganancias antes de que haya ganancias». Se embarca, en fin, en una especulación de terrenos... sin percatarse de que detrás de ella acecha la venganza de un antiguo empleado suyo, ahora banquero y arribista sin escrúpulos.
Balzac decía que César Birotteau era «la cara de una medalla que circulará por todas las categorías sociales. La cruz es La Casa Nucingen. Son historias que nacieron gemelas». En este volumen se incluye, pues, también La Casa de Nucingen (1837), una excepcional nouvelle sobre el origen de las grandes fortunas financieras y «ciertamente –como ha señalado la crítica- el texto más venenoso de La comedia humana». Juntas, componen un fresco del poder económico en el París de la Restauración tan minucioso y representativo que, casi dos siglos después, ilustra asombrosamente los mecanismos de nuestras propias sociedades capitalistas.
Honoré de Balzac nació en 1799 en Tours, donde su padre era jefe de suministros de la división militar. La familia se trasladó a París en 1814. Allí el joven Balzac estudió Derecho, fue pasante de abogado, trabajó en una notaría y empezó a escribir. Fue editor, impresor y propietario de una fundición tipográfica, pero todos estos negocios fracasaron, acarreándole deudas de las que no se vería libre en toda la vida.
En 1830 publica seis relatos bajo el título común de Escenas de la vida privada, y en 1831 aparecen otros trece bajo el de Novelas y cuentos filosóficos: en estos volúmenes se encuentra el germen de La comedia humana, ese vasto «conjunto orgánico» de ochenta y cinco novelas sobre la Francia de la primera mitad del siglo XIX, cuyo nacimiento oficial no se produciría hasta 1841, a raíz de un contrato con un grupo de editores.
De este célebre ciclo son magníficos ejem-plos El pobre Goriot (1835), La muchacha de los ojos de oro (1835), Grandeza y decadencia de César Birotteu, perfumista (1837), La Casa Nucingen (1837) y La prima Bette (1846).
Balzac, autor de una de las obras más influyentes de la literatura universal, murió en París en 1850.