Guía de los Perplejos o Descarriados MOREH NEVUKHIM

Maimónides representa la era dorada del Judaísmo medieval español. Filósofo y médico también, comenzó este tratado en 1176 y lo trabajó durante 15 años, era su clásico en filosofía religiosa, la Dalalat al- ḥā'irīn (Guía de los Perplejos), más tarde conocida bajo su título hebreo como Moreh Nevukhim. Es un conjunto de exégesis rabínicas a favor de lo que él llamó una filosofía más racional del Judaísmo, que constituía una contribución importante a la conciliación, entre la ciencia, la filosofía y la religión. Fue escrito en árabe y enviado como una comunicación privada a su discípulo favorito, José ibn Aknin. La obra fue traducida al hebreo en la vida de Maimónides y más tarde en la mayoría de los idiomas europeos y latinos. Éste ha ejercido una notable influencia en la historia del pensamiento religioso. El objeto de este tratado es iluminar al hombre religioso que ha sido instruido para creer en la verdad de la santa Ley. La razón humana le ha atraído a pensar dentro de su ámbito; y ha encontrado difícil de aceptar como correcta la enseñanza basada en la interpretación literal de la Ley, sobre todo aquello que él mismo u otros derivan de expresiones homónimas, metafóricas, o híbridas. De ahí que se pierde en la perplejidad y la ansiedad. Si él guiado exclusivamente por la razón, y renunciando a sus anteriores opiniones que se basan en esas expresiones, considera que rechaza los principios fundamentales de la Ley; e incluso si él conserva las opiniones que se derivan de esas expresiones, y si, en lugar de seguir su razón, abandona su orientación por completo, todavía le parece que sus convicciones religiosas han sufrido pérdidas y daños. Porque entonces se quedaría con esos errores que dan lugar al miedo y la ansiedad, dolor constante y gran perplejidad. Este trabajo tiene también un segundo objetivo a la vista. Se trata de explicar ciertas figuras oscuras que se producen en los profetas, y que no son claramente caracterizadas como figuras. Lectores poco estudiados y superficiales las toman en un sentido literal, no en un sentido figurado. Aún personas estudiadas se desconciertan si entienden estos pasajes en su significación literal, pero son totalmente liberados de su perplejidad cuando se explica la figura, o simplemente se sugiere que los términos son figurativos. Por esta razón el autor ha llamado a este libro Guía para los perplejos.