En muchas ocasiones decimos “sí”, cuando queremos decir “no”, o nos sometemos a situaciones indecorosas y a personas francamente abusivas, pudiendo evitarlas ¿Quién no se ha reprochado alguna vez a sí mismo el silencio cómplice, la obediencia indebida o la sonrisa zalamera y apaciguadora? ¿Quién no se ha mirado alguna vez al espejo tratando de perdonarse el servilismo, o el no haber dicho lo que en verdad pensaba? ¿Quién no ha sentido, así sea de vez cuando, la lucha interior entre la indignación por el agravio y el miedo a enfrentarlo?
¿Por qué nos cuesta tanto ser consecuentes con lo que pensamos y sentimos? ¿Por qué en ocasiones, a sabiendas de que estoy infringiendo mis preceptos éticos, me quedo quieto y dejo que se aprovechen de mí o me falten al respeto? ¿Por qué sigo soportando los agravios, por qué digo lo que no quiero decir y hago lo que no quiero hacer, por qué me callo cuando debo hablar, por qué me siento culpable cuando hago valer mis derechos?
Si temes herir los sentimientos de los demás al ser sincero, o si no eres capaz de expresar la ira de un modo socialmente adecuado, de oponerte, de expresar una opinión contraria, o si sientes que los demás te humillan o te manipulan, esta guía es para ti. Ser asertivo significa ser capaz de ejercer y/o defender los derechos personales: decir “no”, expresar desacuerdos, dar una opinión contraria y/o expresar sentimientos negativos sin dejarse manipular, como lo haría una persona sumisa, y sin violar los derechos de los demás, como lo haría una persona agresiva. La asertividad es un punto medio entre el que se arrodilla y el que aplasta al otro. Implica la defensa de los derechos, sin lastimar a nadie.
¿Por qué nos cuesta tanto ser consecuentes con lo que pensamos y sentimos? ¿Por qué en ocasiones, a sabiendas de que estoy infringiendo mis preceptos éticos, me quedo quieto y dejo que se aprovechen de mí o me falten al respeto? ¿Por qué sigo soportando los agravios, por qué digo lo que no quiero decir y hago lo que no quiero hacer, por qué me callo cuando debo hablar, por qué me siento culpable cuando hago valer mis derechos?
Si temes herir los sentimientos de los demás al ser sincero, o si no eres capaz de expresar la ira de un modo socialmente adecuado, de oponerte, de expresar una opinión contraria, o si sientes que los demás te humillan o te manipulan, esta guía es para ti. Ser asertivo significa ser capaz de ejercer y/o defender los derechos personales: decir “no”, expresar desacuerdos, dar una opinión contraria y/o expresar sentimientos negativos sin dejarse manipular, como lo haría una persona sumisa, y sin violar los derechos de los demás, como lo haría una persona agresiva. La asertividad es un punto medio entre el que se arrodilla y el que aplasta al otro. Implica la defensa de los derechos, sin lastimar a nadie.