Hace exactamente veinte años, el cardenal Martini escribía palabras de extraordinaria actualidad: «Nuestra generación está atravesando un desierto [...] en el que la gente se siente cansada, inquieta, agitada, desmotivada, neurotizada, frustrada, perdida, porque no ve el sentido de la vida diaria y la vive con poco gusto y menos ganas. Es un desierto hecho de ausencia de Dios, de secularización [...], en el que las personas no logran percibir en su vida diaria la presencia de un misterio soberano y amigo que las acompaña».
En este desierto –que nosotros mismos, hombres y mujeres de Iglesia, estamos atravesando– somos, de alguna manera, «guías», a pesar de nuestras limitaciones. Por eso me he preguntado: ¿cómo forma Dios a estos guías en tiempos difíciles? Y yo mismo me he respondido: «Tratando de percibir cómo ha formado Dios a algunos de ellos en el pasado, comprenderemos cómo puede formarnos hoy».
Esta antología de textos de Martini propone una serie de «maestros del espíritu» (Gregorio Magno, Francisco de Asís, Catalina de Siena, Ignacio de Loyola, Edith Stein...) que en tiempos difíciles, como los nuestros, supieron ser guías para los cristianos y puntos de referencia para la sociedad de su tiempo.
CARLO MARIA MARTINI (1927-2012), arzobispo de Milán desde 1980 hasta 2002, fue nombrado cardenal en 1983. Jesuita y biblista mundialmente reconocido, fue rector del Pontificio Instituto Bíblico y de la Pontificia Universidad Gregoriana. Su reflexión teológica y su actividad pastoral constituyen un punto de referencia para creyentes y no creyentes, para cristianos de toda confesión y para judíos.
En este desierto –que nosotros mismos, hombres y mujeres de Iglesia, estamos atravesando– somos, de alguna manera, «guías», a pesar de nuestras limitaciones. Por eso me he preguntado: ¿cómo forma Dios a estos guías en tiempos difíciles? Y yo mismo me he respondido: «Tratando de percibir cómo ha formado Dios a algunos de ellos en el pasado, comprenderemos cómo puede formarnos hoy».
Esta antología de textos de Martini propone una serie de «maestros del espíritu» (Gregorio Magno, Francisco de Asís, Catalina de Siena, Ignacio de Loyola, Edith Stein...) que en tiempos difíciles, como los nuestros, supieron ser guías para los cristianos y puntos de referencia para la sociedad de su tiempo.
CARLO MARIA MARTINI (1927-2012), arzobispo de Milán desde 1980 hasta 2002, fue nombrado cardenal en 1983. Jesuita y biblista mundialmente reconocido, fue rector del Pontificio Instituto Bíblico y de la Pontificia Universidad Gregoriana. Su reflexión teológica y su actividad pastoral constituyen un punto de referencia para creyentes y no creyentes, para cristianos de toda confesión y para judíos.