Tras un emocionante viaje de siete meses por Asia, Carmen Grau regresó a su Barcelona natal, donde se entregó a la tarea de plasmar aquella aventura en el que sería su primer libro de viajes, Amanecer en el Sudeste Asiático.
Un año más tarde volvió a echarse la mochila a la espalda. Esta vez el objetivo era Australia, donde la esperaba Brad, el hombre del que se había enamorado y a quien había conocido en Asu, una isla de Sumatra tan minúscula que ni siquiera aparece en los mapas.
En una odisea de más de 20.000 kilómetros, Carmen atravesó Europa —deteniéndose en Francia, Alemania, Austria, Eslovaquia y Polonia—, Rusia, China, Laos, Tailandia y Australia hasta llegar a Perth, usando el tren como medio de transporte predilecto, en especial el legendario transiberiano y el Indian-Pacific, que cruza Australia de Sídney a Perth.
Durante su periplo, Carmen se interesó por la gente, la cultura e historia y la gastronomía de los países por los que pasaba. Todo apuntaba hacia un largo viaje de seis meses en solitario, hasta que llegó el fatídico 11 de septiembre. Los atentados terroristas que conmocionaron al mundo la sorprendieron en Siberia. A pocos días de reunirse en Pekín, Carmen y Brad se replantearon su travesía, que tomó un rumbo inesperado hacia su nueva vida en tierra austral.
Un año más tarde volvió a echarse la mochila a la espalda. Esta vez el objetivo era Australia, donde la esperaba Brad, el hombre del que se había enamorado y a quien había conocido en Asu, una isla de Sumatra tan minúscula que ni siquiera aparece en los mapas.
En una odisea de más de 20.000 kilómetros, Carmen atravesó Europa —deteniéndose en Francia, Alemania, Austria, Eslovaquia y Polonia—, Rusia, China, Laos, Tailandia y Australia hasta llegar a Perth, usando el tren como medio de transporte predilecto, en especial el legendario transiberiano y el Indian-Pacific, que cruza Australia de Sídney a Perth.
Durante su periplo, Carmen se interesó por la gente, la cultura e historia y la gastronomía de los países por los que pasaba. Todo apuntaba hacia un largo viaje de seis meses en solitario, hasta que llegó el fatídico 11 de septiembre. Los atentados terroristas que conmocionaron al mundo la sorprendieron en Siberia. A pocos días de reunirse en Pekín, Carmen y Brad se replantearon su travesía, que tomó un rumbo inesperado hacia su nueva vida en tierra austral.