Al quedar huérfana, Marla debe hacerse cargo de sus hermanos y de las deudas que están a punto de hacerle perder la tienda de productos mágicos que regenta. Desesperada, decide pedir más tiempo al prestamista Drake Larkins, a pesar de que todos afirman que es cruel e inmisericorde. Él se ríe de la pequeña hechicera, pero queda fascinado por su belleza. Decide conmutarle la deuda si acepta ser su amante, Ella se horroriza, pero confía en su magia. Creará un brebaje que haga creer a Larkins que ha cumplido su deseo y no perderá la honra.. Lo que ella no sabe es que ninguna magia podrá evitar que se enamore de ese hombre despiadado.
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