La verdadera prisión de Melissa González no es esa de paredes frías y barrotes de acero en la que se encuentra desde hace siete años, sino la de su alma atormentada por haber asesinado a un hombre. Por eso ha aceptado un destino de encierro. Sin embargo, su vida da un vuelco al conocer a Alejandro Olivares, un abogado firmemente dispuesto a sacarla de prisión, un hombre que no es otro sino aquel que ella creyó asesinar tantos años atrás. No comprende por qué quiere ayudarla, cómo es posible que haya cambiado tanto, y por qué no la recuerda. Entonces decide dejar atrás el pasado y comenzar una nueva vida.
Para Alejandro, aquella mujer es un verdadero enigma: hermosa, dulce y sumamente hermética en cuanto a su pasado. Lo único que sabe es que quiere ayudarla y que existe una fascinante química que lo atrae hacia ella. Está decidido a conocer hasta su último secreto. Siempre ha sido un hombre que consigue lo que se propone, y sabe que lo logrará, así como conseguirá hallar a la mujer que asesinó tan cruelmente a su hermano gemelo nueve años atrás para hacerla pagar por su crimen.
Entre Melissa y Alejandro nace un sentimiento puro y verdadero, un amor que tendrá que ser fuerte para luchar contra el pasado y la maldad.
Un amor amenazado por las heridas del pasado, las verdades no dichas y los temores al futuro.
Para Alejandro, aquella mujer es un verdadero enigma: hermosa, dulce y sumamente hermética en cuanto a su pasado. Lo único que sabe es que quiere ayudarla y que existe una fascinante química que lo atrae hacia ella. Está decidido a conocer hasta su último secreto. Siempre ha sido un hombre que consigue lo que se propone, y sabe que lo logrará, así como conseguirá hallar a la mujer que asesinó tan cruelmente a su hermano gemelo nueve años atrás para hacerla pagar por su crimen.
Entre Melissa y Alejandro nace un sentimiento puro y verdadero, un amor que tendrá que ser fuerte para luchar contra el pasado y la maldad.
Un amor amenazado por las heridas del pasado, las verdades no dichas y los temores al futuro.