El 10 de febrero de 1519 y tras pertrechar sus naves con hombres, alimentos y armas de última generación, Hernán Cortés se encamina desde las costas de Cuba en dirección al continente dispuesto a conquistar unas tierras que -según los rumores- prometen cubrir de oro y distinción a quien tenga el arrojo y la audacia necesarias para hacerse con ellas.
Por otra parte, recién llegados a Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa desde el puerto de Palos habiendo traído consigo la bonita suma de 32.000 ducados de oro —una pequeña fortuna en aquellos días—, y con el firme propósito de establecerse en aquellas tierras borrando definitivamente su delictivo pasado en la Sierra Morena, Alonso Castillo de Blas y su flamante esposa María de los Remedios Ruiz —antes conocidos como el "Tizón" y "la Juana"—, ven truncados sus deseos debiendo enrolarse en la expedición de Cortés.
Embarcándose a las órdenes de un jovencísimo capitán Gonzalo de Sandoval —cuenta con tan solo 21 años—, no se van a arredrar por enfrentarse a Dios sabe qué peligros, habiéndolo hecho día tras día y durante cuatro largos años al Corregidor de Sevilla en las sierras y llanos de su Andalucía natal.
Por otra parte, recién llegados a Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa desde el puerto de Palos habiendo traído consigo la bonita suma de 32.000 ducados de oro —una pequeña fortuna en aquellos días—, y con el firme propósito de establecerse en aquellas tierras borrando definitivamente su delictivo pasado en la Sierra Morena, Alonso Castillo de Blas y su flamante esposa María de los Remedios Ruiz —antes conocidos como el "Tizón" y "la Juana"—, ven truncados sus deseos debiendo enrolarse en la expedición de Cortés.
Embarcándose a las órdenes de un jovencísimo capitán Gonzalo de Sandoval —cuenta con tan solo 21 años—, no se van a arredrar por enfrentarse a Dios sabe qué peligros, habiéndolo hecho día tras día y durante cuatro largos años al Corregidor de Sevilla en las sierras y llanos de su Andalucía natal.