El caso de mi primo Yepety, esta relacionado con su hiperactividad que fue diagnosticada cuando tenía seis años de edad, las dificultades para comunicarse y entender cada vez eran más acentuadas y notorias.
Regularmente no disfrutaba el contacto social con los niños de su misma edad, no deseaba jugar con ellos, y cuando lo hacía quería imponer sus propias reglas siempre buscaba la compañía de personas adultas para comunicarse, su encerramiento en la casa era cada día mayor, tuvo muchas dificultades en la escuela, por cuanto creaba conflictos de manera reiterada, los padres tenían mucha dificultad para que fuera a estudiar. Nunca se interesó por practicar deportes en equipo, pues prefería jugar solo. La exigencia frente a sus padres era cada vez mayor, por cuanto quería lo que deseaba inmediatamente. No acepta la tolerancia, ni la frustración, sus reacciones eran violentas. Era demasiado sensible y lloraba con mucha facilidad. Había momentos en que gritaba sin motivo alguno. A veces realizaba comentarios destructivos contra las demás personas al parecer sin darse cuenta. Ejemplo: “Como eres de gordo”; “Eres muy feo”. Entre otros.
Era un niño que no tenía malicia de ninguna índole y su sinceridad era desbordante, rayando en la crueldad.
Regularmente no disfrutaba el contacto social con los niños de su misma edad, no deseaba jugar con ellos, y cuando lo hacía quería imponer sus propias reglas siempre buscaba la compañía de personas adultas para comunicarse, su encerramiento en la casa era cada día mayor, tuvo muchas dificultades en la escuela, por cuanto creaba conflictos de manera reiterada, los padres tenían mucha dificultad para que fuera a estudiar. Nunca se interesó por practicar deportes en equipo, pues prefería jugar solo. La exigencia frente a sus padres era cada vez mayor, por cuanto quería lo que deseaba inmediatamente. No acepta la tolerancia, ni la frustración, sus reacciones eran violentas. Era demasiado sensible y lloraba con mucha facilidad. Había momentos en que gritaba sin motivo alguno. A veces realizaba comentarios destructivos contra las demás personas al parecer sin darse cuenta. Ejemplo: “Como eres de gordo”; “Eres muy feo”. Entre otros.
Era un niño que no tenía malicia de ninguna índole y su sinceridad era desbordante, rayando en la crueldad.