Los libros de relatos nunca me han gustado. Los cuentos siempre me parecieron uno más de los vicios típicos de los escritores. Leerlos casi me parecía pornografía literaria. Es imposible evitar ciertos vicios, y con el tiempo yo también me he visto rodeado de historias bastardas. A veces una idea prende y se consume rápido, pero si la idea es buena, da pena ahogarla en un texto sin título. Cuando por fin tiene nombre, da vida a la historia, aunque sea breve. A veces el retazo de una historia reta más a la imaginación que su versión larga, cuando el que la lee hace que germine en su cabeza. Se puede invocar magia con pocas palabras. De esto tratan mis relatos.
Esta modesta recopilación la componen veinte relatos, quiero pensar que son algunos de mis mejores relatos. Recogen mis obsesiones particulares acerca del significado del ser humano, y el coste que pagamos por serlo: Gótico, fantástico, drama y ciencia ficción es lo que encontrarás, con más o menos orden.
Esta modesta recopilación la componen veinte relatos, quiero pensar que son algunos de mis mejores relatos. Recogen mis obsesiones particulares acerca del significado del ser humano, y el coste que pagamos por serlo: Gótico, fantástico, drama y ciencia ficción es lo que encontrarás, con más o menos orden.