La historia de la humanidad, es la historia de todos los habitantes de este mundo, de todos sin excepción, por lo que no puede ser solo de unos pocos elegidos, nada los pone por sobre nosotros cada uno posee en su interior la fuerza, la capacidad latente, la determinación suficiente para cambiar el curso de los acontecimientos que se convertirán en la historia.
Mi historia, mi vida como la de tantos otros, ha transcurrido sin grandes proezas y sin alcanzar importantes títulos que me acrediten ante los hombres, nací y crecí mi infancia en el campo, pero desde mi niñez las preguntas sin respuestas persiguieron a mi mente sin darle descanso, al crecer como muchos aprendí la historia de nuestra raza y algo dentro de mí se negó rotundamente a creer en lo que me enseñaron y desde entonces e peregrinado en busca de una respuesta que calme la tremenda curiosidad que habita en mi ser. Fue el correr del tiempo lo que trajo a mis oídos las palabras de otros, que como yo, estaban en desacuerdo con las historias que nos contaron, palabras que hablan de una historia muy diferente, tan distinta que produce espanto, pero por cierto no es nada clara y causa más confusión que iluminación sobre nuestro pasado, un pasado caótico lleno de confusión que habla de hechos fantásticos, de seres tan asombrosos, que la mayoría dice que solo pueden ser cuentos de mentes fantasiosas que simplemente es imposible que la historia pueda ser diferente a la que los grandes hombres de gran saber nos la han contado y es imposible que el ser humano haya existido desde antes de los tiempos que nos han fijado, que las escrituras de las grandes religiones también fijan el tiempo desde el cual el hombre existe.
Mi historia, mi vida como la de tantos otros, ha transcurrido sin grandes proezas y sin alcanzar importantes títulos que me acrediten ante los hombres, nací y crecí mi infancia en el campo, pero desde mi niñez las preguntas sin respuestas persiguieron a mi mente sin darle descanso, al crecer como muchos aprendí la historia de nuestra raza y algo dentro de mí se negó rotundamente a creer en lo que me enseñaron y desde entonces e peregrinado en busca de una respuesta que calme la tremenda curiosidad que habita en mi ser. Fue el correr del tiempo lo que trajo a mis oídos las palabras de otros, que como yo, estaban en desacuerdo con las historias que nos contaron, palabras que hablan de una historia muy diferente, tan distinta que produce espanto, pero por cierto no es nada clara y causa más confusión que iluminación sobre nuestro pasado, un pasado caótico lleno de confusión que habla de hechos fantásticos, de seres tan asombrosos, que la mayoría dice que solo pueden ser cuentos de mentes fantasiosas que simplemente es imposible que la historia pueda ser diferente a la que los grandes hombres de gran saber nos la han contado y es imposible que el ser humano haya existido desde antes de los tiempos que nos han fijado, que las escrituras de las grandes religiones también fijan el tiempo desde el cual el hombre existe.