(Segunda parte de "Principios de la literatura")
Nuestro estudio no puede ni debe en manera alguna, concretarse a la mera exposición de las manifestaciones literarias que en sí atesora la historia intelectual de nuestro país; pues con semejante limitación, el trabajo emprendido resultaría incompleto, y nos faltaría base sobre que fundar los juicios y las apreciaciones a que obliga la índole misma de la asignatura sobre que versa. Las instituciones y hechos que de un modo más o menos directo han ejercido en España influencia sobre las diferentes esferas de actividad en que se mueve el espíritu humano; el estado general del país en sus distintos períodos históricos; las literaturas extranjeras que han influido en la nuestra y la vida de los individuos cuyas obras literarias examinemos, todo esto debe entrar en un tratado de la índole del presente, y todo se necesita para dar a este estudio el carácter y las condiciones que le son peculiares. Claro es que todo ello habrá de sujetarse a muy reducidos límites, y que no tendrá cabida sino en cuanto sea absolutamente preciso para el esclarecimiento de los puntos que se traten y la debida justificación de los juicios que se emitan.
Nuestro estudio no puede ni debe en manera alguna, concretarse a la mera exposición de las manifestaciones literarias que en sí atesora la historia intelectual de nuestro país; pues con semejante limitación, el trabajo emprendido resultaría incompleto, y nos faltaría base sobre que fundar los juicios y las apreciaciones a que obliga la índole misma de la asignatura sobre que versa. Las instituciones y hechos que de un modo más o menos directo han ejercido en España influencia sobre las diferentes esferas de actividad en que se mueve el espíritu humano; el estado general del país en sus distintos períodos históricos; las literaturas extranjeras que han influido en la nuestra y la vida de los individuos cuyas obras literarias examinemos, todo esto debe entrar en un tratado de la índole del presente, y todo se necesita para dar a este estudio el carácter y las condiciones que le son peculiares. Claro es que todo ello habrá de sujetarse a muy reducidos límites, y que no tendrá cabida sino en cuanto sea absolutamente preciso para el esclarecimiento de los puntos que se traten y la debida justificación de los juicios que se emitan.