He aquí algunos de los interrogantes sobre el tema que abordaremos: ¿El amor de una mujer joven puede activar la recuperación de las añoradas energías juveniles de un hombre maduro? ¿Qué impulsa una parte de los hombres madurescentes a tomar ese atajo a la felicidad? ¿Qué es lo que provoca que en la madurez haya hombres que viven en el pantano tedio y el aburrimiento sexual mientras otros son activos social y sexualmente incluso independientemente de la edad de la mujer con la que sostienen un vínculo duradero? ¿Necesitan de una muchacha que los rescate del aburrimiento de sus vidas? ¿Es un desafío que los ilusiona con comenzar una segunda juventud? ¿Necesitan un hombro joven en donde apoyarse para sentirse erectos en todos los aspectos de su vida? En el mismo segmento etáreo están los que no recurren a esa opción; no necesitan una muchacha para encontrarle significado a sus vidas, ¿Qué dicen al respecto? ¿Qué representaciones y fantasías determinan las elecciones que hacen que unos hagan realidad esa posibilidad y otros no? ¿Qué opiniones enuncian unos y otros?
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