Homo Deus, es un trabajo de investigación constituye un modelo teórico de universo, trabajado en el formalismo de la física clásica, el cual, basa toda su argumentación en un solo principio; el principio aristotélico de identidad.
Los resultados de dicha investigación nos demuestran que el principio en referencia, constituye un principio lógico, que tiene dos acepciones o naturalezas distintas, a saber; una de ellas, como principio de identidad y la otra como principio de causalidad, así como que, dicha identidad y causalidad, se verifican constituyendo sistemas físicos que se forman como la unidad sintética de dos contrarios, quienes se hacen complementarios en el ser.
Homo Deus nos muestra como el principio de causalidad-identidad, constituye una principio, que ejerce señorío sobre toda la naturaleza y que como consecuencia de ello, el mismo, subordina a toda la ciencia, y a la filosofía junto con toda su metafísica al ámbito de la lógica formal.
Nos muestra además, como el principio en mención, puede y debe poder ser generalizado a todos los ámbitos del conocimiento y esto incluye, tanto los conocimientos de naturaleza científica como filosófica; es decir, lo que vamos a probar es que todo en la naturaleza, ocurre siendo modelado por dicho principio trascendental, y que en consecuencia toda interacción siempre va a producir identidad, causalidad y unicidad.
El modelo nos muestra, que es posible, que por medio del principio de identidad, podamos constituir desde partículas puntuales, hasta los átomos, incluyendo los fotones y electrones, así como también nos permite una explicación razonable sobre las fuerzas de interacción magnética, eléctrica y gravitacional.
El modelo nos muestra que el principio en referencia, se constituye como una función cuadrática, a saber; ( a = b ) implicando con ello también , que las acciones se verifican sobre un espacio que se encuentra elevado al cuadrado, de manera que, lo que intentamos probar es; que es posible describir a cualquier fenómeno o entidad en el espacio-tiempo, por medio de dicha función.
En ese sentido, el modelo establecerá; que éste único trascendental, es el principio por el cual, se constituye la denominada flecha del tiempo o temporalidad. En tal virtud, el principio de identidad, se constituye en el modelo como el sustento lógico, físico y natural, que soporta a toda realidad física en el espacio-tiempo.
Aunque parezca pretencioso es preciso decir; que los alcances que tiene la anterior afirmación, son equivalentes a afirmar, que todo lo que ocurre y todo cuanto existe en el espacio-tiempo, es, o ha sido constituido, por medio del principio de identidad-causalidad y que por lo tanto, dicho principio se constituye en la piedra angular que soporta todo el conocimiento. En otros términos; se trata de la denominada teoría del todo.
Lo que haremos entonces; será tratar de fundamentar a dicho trascendental, por medio de la física clásica, el cálculo y el análisis funcional, tratando con ello, de establecer como pudieron haber sido constituidas las primeras entidades que formaron nuestro universo en el espacio-tiempo.
El modelo nos permite establecer de una manera unívoca, una correspondencia entre la realidad física y la realidad ontológica o teológica por ejemplo, así como con aquella realidad que vamos a nombrar gnoseológica y quien constituye el pensamiento humano y la razón.
Esto se logra, debido a que; el principio en referencia nos va a permitir que podamos categorizar a cualquier entidad; sea ésta de naturaleza física o no física, por medio del espectro magnético. Siendo que de ésta manera, el principio al que hacemos referencia, se constituye como el fundamento que permite la razón y el fenómeno consiente.
Los resultados de dicha investigación nos demuestran que el principio en referencia, constituye un principio lógico, que tiene dos acepciones o naturalezas distintas, a saber; una de ellas, como principio de identidad y la otra como principio de causalidad, así como que, dicha identidad y causalidad, se verifican constituyendo sistemas físicos que se forman como la unidad sintética de dos contrarios, quienes se hacen complementarios en el ser.
Homo Deus nos muestra como el principio de causalidad-identidad, constituye una principio, que ejerce señorío sobre toda la naturaleza y que como consecuencia de ello, el mismo, subordina a toda la ciencia, y a la filosofía junto con toda su metafísica al ámbito de la lógica formal.
Nos muestra además, como el principio en mención, puede y debe poder ser generalizado a todos los ámbitos del conocimiento y esto incluye, tanto los conocimientos de naturaleza científica como filosófica; es decir, lo que vamos a probar es que todo en la naturaleza, ocurre siendo modelado por dicho principio trascendental, y que en consecuencia toda interacción siempre va a producir identidad, causalidad y unicidad.
El modelo nos muestra, que es posible, que por medio del principio de identidad, podamos constituir desde partículas puntuales, hasta los átomos, incluyendo los fotones y electrones, así como también nos permite una explicación razonable sobre las fuerzas de interacción magnética, eléctrica y gravitacional.
El modelo nos muestra que el principio en referencia, se constituye como una función cuadrática, a saber; ( a = b ) implicando con ello también , que las acciones se verifican sobre un espacio que se encuentra elevado al cuadrado, de manera que, lo que intentamos probar es; que es posible describir a cualquier fenómeno o entidad en el espacio-tiempo, por medio de dicha función.
En ese sentido, el modelo establecerá; que éste único trascendental, es el principio por el cual, se constituye la denominada flecha del tiempo o temporalidad. En tal virtud, el principio de identidad, se constituye en el modelo como el sustento lógico, físico y natural, que soporta a toda realidad física en el espacio-tiempo.
Aunque parezca pretencioso es preciso decir; que los alcances que tiene la anterior afirmación, son equivalentes a afirmar, que todo lo que ocurre y todo cuanto existe en el espacio-tiempo, es, o ha sido constituido, por medio del principio de identidad-causalidad y que por lo tanto, dicho principio se constituye en la piedra angular que soporta todo el conocimiento. En otros términos; se trata de la denominada teoría del todo.
Lo que haremos entonces; será tratar de fundamentar a dicho trascendental, por medio de la física clásica, el cálculo y el análisis funcional, tratando con ello, de establecer como pudieron haber sido constituidas las primeras entidades que formaron nuestro universo en el espacio-tiempo.
El modelo nos permite establecer de una manera unívoca, una correspondencia entre la realidad física y la realidad ontológica o teológica por ejemplo, así como con aquella realidad que vamos a nombrar gnoseológica y quien constituye el pensamiento humano y la razón.
Esto se logra, debido a que; el principio en referencia nos va a permitir que podamos categorizar a cualquier entidad; sea ésta de naturaleza física o no física, por medio del espectro magnético. Siendo que de ésta manera, el principio al que hacemos referencia, se constituye como el fundamento que permite la razón y el fenómeno consiente.