Desaparecido James Moriarty, nadie necesita a Sherlock Holmes. O eso es lo que opina nuestro querido Guasón.
Enseguida el destino coloca ante él un nuevo personaje al que emular: House. Este antipatiquísimo doctor lo tiene todo, una personalidad fuerte, cada una de las agudezas deductivas de Sherlock y, lo mejor de todo, la capacidad de vilipendiar a cualquiera con absoluta impunidad.
Sin embargo, pronto descubrirá Guasón que encarnar a House no resulta nada sencillo. No encuentra paciente alguno que se ponga en sus manos, ni un solo hospital que no requiera su número de colegiado. Así, mientras Guasón construye un escenario para su nuevo personaje, un inoportuno crimen se pergeña en la sombra, aprovechando la ausencia del mejor detective del mundo.
Enseguida el destino coloca ante él un nuevo personaje al que emular: House. Este antipatiquísimo doctor lo tiene todo, una personalidad fuerte, cada una de las agudezas deductivas de Sherlock y, lo mejor de todo, la capacidad de vilipendiar a cualquiera con absoluta impunidad.
Sin embargo, pronto descubrirá Guasón que encarnar a House no resulta nada sencillo. No encuentra paciente alguno que se ponga en sus manos, ni un solo hospital que no requiera su número de colegiado. Así, mientras Guasón construye un escenario para su nuevo personaje, un inoportuno crimen se pergeña en la sombra, aprovechando la ausencia del mejor detective del mundo.