Para el hombre: El hombre con sus interrogantes, sus deseos, las necesidades que nadie le ha podido explicar conpletamente ni resolver jamás. Para este hombre ha vivido una persona que pretendió darse a sí mismo como respuesta a toda la humanidad. Esa persona fue Jesucristo, y Jesucristo vive todavía.
Huellas de experiencia cristiana quiere indicar de modo elemental cómo es posible verificar hoy la validez de esa pretensión humanamente inimaginable.
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