¡¡¡¡¡¡NUEVO!!!!!!. Cuarto volumen de la serie. Como los que le preceden, de lectura independiente, si bien únicamente conectados por pequeños detalles que articulan la saga. Nueva vuelta de tuerca a la serie y vuelta otra vez a las islas Molucas.
Otra aventura temporal con la I.T.M. (IndividualTemporal Machine) defectuosa de María, la joven adolescente travestida en Gonzalo de Cáceres (Gonzalillo) que, con anterioridad y en otro viaje temporal, se había enrolado en la nave "Victoria" y conseguido -con Don Juan Sebastián Elcano- realizar la primera vuelta al mundo y, por ende, quedando constatada la redondez o esfericidaz del planeta Tierra.
En esta nueva y deschochante aventura, al igual que la vez anterior, nuestra bella viajera en el tiempo se embarca con el "Primus Circundedisti Me" ("El Primero en Circunvalarme", título otorgado a Elcano por el rey emperador Carlos I-V tras su hazaña) y desde La Coruña parten de nuevo hacia el Moluco (islas Molucas o de las Especies).
La parada obligada en el Cabo de las Once Mil Vírgenes (en la embocadura del Estrecho de Magallanes), no tiene desperdicio. Además, ¿qué se puede decir de un capitán que en su nao se hace construir un acerado perimetral y un "carril bici"?. ¿De otro que se siente tan poeta, tan poeta, que solo habla en verso?. ¿Qué opinión puede merecerles el sádico capitán de otro de los barcos de esta singular flota que se divierte machacándoles las uñas (de las manos y de los pies) a aquellos de su tripulación que cometen cualquier fallo en su labor marinera?. Y del baranda de una nao "que es más burro que un arao", ¿qué?. O del medio psicópata capitán del patache "Santiago" (pequeño barco de solo dos palos) de nervios a flor de piel que con sus constantes idas y venidas, hace el triple de recorrido que las demás naos. De un cura vasco gigante que por su manera de hablar y obrar debería ir derechito al Infierno o prendido fuego, sin miramientos, por la Santa Inquisición. Si a todo ello unimos un bisoño aunque preparado Capitan General de la flota (el monje caballero de Malta Don Francisco José García Jofré de Loaísa) al que sus marineros llaman "La Luisa", en base a su último apellido, y para sus mandos y oficiales es Don "Pacopepe", en base a sus dos nombres de pila, y cuya aspiración principal en este mundo es sembrar cogollos de lechugas en su monasterio y no verse en el tinglado en el que le ha metido el rey emperador 1º y 5º de Alespaña o Espalemania. Si, además, toda la "dirección técnica" de la expedición recae sobre los hombros de nuestro estimado y admirado Don Juan Sebastián Elcano (que para la ocasión se rodea de unos cuantos que, como él, consiguieron sobrevivir a la primera vuelta al mundo -Humortopía 3-) pues como que tenemos ya el lío montado y los mimbres adecuados para hacer un "buen cesto humorístico". Si, además, de por medio surge una extraña, cálida, juvenil. hermosa, dulce e imposible historia de amor, pues miel sobre hojuelas, ¿no?. Si todo ello lo aderezamos con un poco de ingenio, ironía, sarcasmo y sentido del humor a todo trapo, el resultado puede ser pasarse un buen rato divertido con su lectura, ¡qué digo divertido!. ¡Pa que se te caigan las nalgas al suelo de la risa, tú!. ¡Anda que no!. Y esto es, ni más ni menos, lo que con el tocho 4 se pretende. El autor, se limita a aportar al relato toques de humor picante, irreverente y estrafalario, y la I.T.M. "chunga" a tergiversar al gusto algún que otro hecho histórico con los que la jodía maquinita averiada pretende laxar el esfínter de "popa" del lector/a y que éste/a se vaya por la pata/o (metafóricamente hablando) de la risa.
Otro volumen para el "despanzurre risorio", para el "descojone pseudopatológico", para el "desternille meningocócico" y para el ingenuo "carcajeo por su lado menos feo" (en esta sinópsis no podía faltar un, absolutamente prescindible, pareado, ¿verdad?).
Si con el "Tochum Númber Four (4)" las risas, la sonrisas y las carcajadas les acompañan: objetivo cumplido.
Otra aventura temporal con la I.T.M. (IndividualTemporal Machine) defectuosa de María, la joven adolescente travestida en Gonzalo de Cáceres (Gonzalillo) que, con anterioridad y en otro viaje temporal, se había enrolado en la nave "Victoria" y conseguido -con Don Juan Sebastián Elcano- realizar la primera vuelta al mundo y, por ende, quedando constatada la redondez o esfericidaz del planeta Tierra.
En esta nueva y deschochante aventura, al igual que la vez anterior, nuestra bella viajera en el tiempo se embarca con el "Primus Circundedisti Me" ("El Primero en Circunvalarme", título otorgado a Elcano por el rey emperador Carlos I-V tras su hazaña) y desde La Coruña parten de nuevo hacia el Moluco (islas Molucas o de las Especies).
La parada obligada en el Cabo de las Once Mil Vírgenes (en la embocadura del Estrecho de Magallanes), no tiene desperdicio. Además, ¿qué se puede decir de un capitán que en su nao se hace construir un acerado perimetral y un "carril bici"?. ¿De otro que se siente tan poeta, tan poeta, que solo habla en verso?. ¿Qué opinión puede merecerles el sádico capitán de otro de los barcos de esta singular flota que se divierte machacándoles las uñas (de las manos y de los pies) a aquellos de su tripulación que cometen cualquier fallo en su labor marinera?. Y del baranda de una nao "que es más burro que un arao", ¿qué?. O del medio psicópata capitán del patache "Santiago" (pequeño barco de solo dos palos) de nervios a flor de piel que con sus constantes idas y venidas, hace el triple de recorrido que las demás naos. De un cura vasco gigante que por su manera de hablar y obrar debería ir derechito al Infierno o prendido fuego, sin miramientos, por la Santa Inquisición. Si a todo ello unimos un bisoño aunque preparado Capitan General de la flota (el monje caballero de Malta Don Francisco José García Jofré de Loaísa) al que sus marineros llaman "La Luisa", en base a su último apellido, y para sus mandos y oficiales es Don "Pacopepe", en base a sus dos nombres de pila, y cuya aspiración principal en este mundo es sembrar cogollos de lechugas en su monasterio y no verse en el tinglado en el que le ha metido el rey emperador 1º y 5º de Alespaña o Espalemania. Si, además, toda la "dirección técnica" de la expedición recae sobre los hombros de nuestro estimado y admirado Don Juan Sebastián Elcano (que para la ocasión se rodea de unos cuantos que, como él, consiguieron sobrevivir a la primera vuelta al mundo -Humortopía 3-) pues como que tenemos ya el lío montado y los mimbres adecuados para hacer un "buen cesto humorístico". Si, además, de por medio surge una extraña, cálida, juvenil. hermosa, dulce e imposible historia de amor, pues miel sobre hojuelas, ¿no?. Si todo ello lo aderezamos con un poco de ingenio, ironía, sarcasmo y sentido del humor a todo trapo, el resultado puede ser pasarse un buen rato divertido con su lectura, ¡qué digo divertido!. ¡Pa que se te caigan las nalgas al suelo de la risa, tú!. ¡Anda que no!. Y esto es, ni más ni menos, lo que con el tocho 4 se pretende. El autor, se limita a aportar al relato toques de humor picante, irreverente y estrafalario, y la I.T.M. "chunga" a tergiversar al gusto algún que otro hecho histórico con los que la jodía maquinita averiada pretende laxar el esfínter de "popa" del lector/a y que éste/a se vaya por la pata/o (metafóricamente hablando) de la risa.
Otro volumen para el "despanzurre risorio", para el "descojone pseudopatológico", para el "desternille meningocócico" y para el ingenuo "carcajeo por su lado menos feo" (en esta sinópsis no podía faltar un, absolutamente prescindible, pareado, ¿verdad?).
Si con el "Tochum Númber Four (4)" las risas, la sonrisas y las carcajadas les acompañan: objetivo cumplido.
