Un experimento los ha llevado hasta allí, pero desconocen el verdadero propósito de su llegada...
«-¿Y si... y si el asesino todavía se encuentra en la casa?
La repentina aparición de Diana, que acababa de entrar en la habitación, interrumpió aquella conversación.
-He llevado a Andrea al salón -comunicó, muy seria-. Allí también nos hemos encontrado con una... sorpresa. Tenéis que bajar. Ya.
Hugo contuvo el aliento. Procuró leer en el semblante conmocionado de Diana, sin conseguirlo. ¿Otra sorpresa?
-¿No podemos quedarnos un poco más?
Todos se volvieron hacia la voz que había pronunciado aquella extraña petición. Se trataba de una voz sosegada, que traslucía una emoción muy distinta al miedo: reflejaba... interés, como el que hubiera manifestado un científico ante un hallazgo prometedor».
Un grupo de estudiantes ha sido seleccionado para formar parte de un experimento: el proyecto Hyde. Deberán convivir en un gran caserón apartado del mundo durante una semana sometidos a una terapia subliminal aparentemente inofensiva. Pero cuando se produce el primer asesinato, todo se dispara bajo un ritmo frenético de persecución y sospecha.
Ya no hay nadie en quien confiar. Cualquiera dentro de los muros de la casa puede ser el asesino, camuflado dentro del grupo, dentro del anonimato. Cualquiera... incluso uno mismo.
Algo hace especiales a estos chicos: algo que desconocen pero que vincula sus vidas, algo que tendrán que descubrir a tiempo si quieren salvarse...