Tomando como hilo conductor la historia del Casino de Madrid desde su fundación hasta el advenimiento de la Guerra Civil, esta brillante monografía analiza el papel desempeñado por el ocio en la configuración social: el Casino se presenta como un lugar de encuentro que permitió construir una identidad para la nueva clase alta, consustancial a la construcción del Estado contemporáneo. Así, consciente o inconscientemente, criados, carruajes, beneficencia anunciada, edificios lujosos y todos los avances técnicos representativos de la modernidad, contribuyeron a escenificar una identidad mediante la teatralización del encuentro en un espacio de sociabilidad restringido, conformándose como espacio cohesionador de una élite burguesa y aristocrática. En cierta forma, se trataba de juegos de identidad que configuraban nuevas formas de representación social enraizadas en un «habitus nobiliar» y en los lujos del pasado.
Identidades en juego desgrana cómo los clubes asociativos contribuyeron a la construcción de la identidad masculina de los círculos de la élite de la Península y cómo esta se convirtió en un elemento nodal para la cohesión social.
Identidades en juego desgrana cómo los clubes asociativos contribuyeron a la construcción de la identidad masculina de los círculos de la élite de la Península y cómo esta se convirtió en un elemento nodal para la cohesión social.