A muchos pastores les cuesta un gran esfuerzo convertir sus principios teológicos en un ministerio fructífero en los lugares que han sido llamados a alcanzar. No les es suficiente saber lo que se debe creer (la teología), o la forma en que se debe trabajar en el ministerio (la metodología). Necesitan algo que se halle entre ambos extremos. Necesitan ayudar a pensar en función del ministerio dentro de una cultura que ha dejado de creer que el cristianismo sea una fuerza beneficiosa, sin mencionar siquiera que en la Persona de Cristo se encuentre la fuente máxima de la verdad revelada. Iglesia Punto Central, una colección de doce ensayos escritos por Timothy Keller, esboza una visión teología del ministerio que está organizada alrededor de tres compromisos básicos:
• Centrarnos en el Evangelio: El Evangelio de la gracia en Jesucristo lo transforma todo; desde nuestro corazón hasta nuestra comunidad y el mundo entero. Le da una forma totalmente nueva al contenido, la tonalidad y las estrategias en todo lo que hagamos.
• Centrarnos en la ciudad: Con un acercamiento positivo a nuestra cultura actual, aprendemos a proclamar que las ciudades son lugares maravillosos y estratégicos que no nos merecemos, y en los cuales podemos desarrollar el ministerio del Evangelio.
• Centrarnos en el movimiento: En lugar de edificar nuestra propia tribu, buscamos la prosperidad y la paz de nuestra comunidad, dirigidos por el Espíritu Santo.
• Centrarnos en el Evangelio: El Evangelio de la gracia en Jesucristo lo transforma todo; desde nuestro corazón hasta nuestra comunidad y el mundo entero. Le da una forma totalmente nueva al contenido, la tonalidad y las estrategias en todo lo que hagamos.
• Centrarnos en la ciudad: Con un acercamiento positivo a nuestra cultura actual, aprendemos a proclamar que las ciudades son lugares maravillosos y estratégicos que no nos merecemos, y en los cuales podemos desarrollar el ministerio del Evangelio.
• Centrarnos en el movimiento: En lugar de edificar nuestra propia tribu, buscamos la prosperidad y la paz de nuestra comunidad, dirigidos por el Espíritu Santo.