La evangelización de los pueblos americanos fue un campo de experimentación y todo un reto para la monarquía hispánica, que acometió como responsabilidad esa ingente tarea
El descubrimiento iniciado en 1492 de un Nuevo Mundo, con millones de habitantes que nunca habían tenido contacto con la sociedad cristiana suponía, además de los procesos de conquista y colonización, y como consecuencia directa del mandato pontificio, la obligatoriedad de llevar a cabo una tarea de misión que se manifestó en consecuencias que van mucho más allá de la estricta actividad evangelizadora. Así, sacerdotes seculares y miembros de las órdenes religiosas, desarrollan en el continente americano una honda y extensa labor de inculturación de aquellas civilizaciones.
En este trabajo se analizan las bases culturales de los pueblos que entran en contacto (la España católica y una multitud de culturas nativas americanas) a partir de 1492, para a continuación poner de manifiesto la dinámica de un proceso que se traduce en misión, promoción social y educativa, y en defensa de la condición jurídica del indígena americano, considerado desde el primer momento súbdito libre de la corona. Y junto a los detalles de esta labor, se perfila la forja de utopías que algunos intelectuales europeos se aventuraron a diseñar, pero que en América religiosos y sacerdotes pusieron en marcha con unas consecuencias que aún sorprenden a los estudiosos.
Un ensayo histórico y religioso completo
SOBRE LOS AUTORES
María Saavedra es profesora de Historia Universal e Historia de América en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad CEU San Pablo (Madrid). Ha publicado numerosos artículos y libros.
Javier Amate Expósito, es graduado en Historia e Historia del Arte por el CEU. Ha participado en Jornadas y Congresos especializados.
El descubrimiento iniciado en 1492 de un Nuevo Mundo, con millones de habitantes que nunca habían tenido contacto con la sociedad cristiana suponía, además de los procesos de conquista y colonización, y como consecuencia directa del mandato pontificio, la obligatoriedad de llevar a cabo una tarea de misión que se manifestó en consecuencias que van mucho más allá de la estricta actividad evangelizadora. Así, sacerdotes seculares y miembros de las órdenes religiosas, desarrollan en el continente americano una honda y extensa labor de inculturación de aquellas civilizaciones.
En este trabajo se analizan las bases culturales de los pueblos que entran en contacto (la España católica y una multitud de culturas nativas americanas) a partir de 1492, para a continuación poner de manifiesto la dinámica de un proceso que se traduce en misión, promoción social y educativa, y en defensa de la condición jurídica del indígena americano, considerado desde el primer momento súbdito libre de la corona. Y junto a los detalles de esta labor, se perfila la forja de utopías que algunos intelectuales europeos se aventuraron a diseñar, pero que en América religiosos y sacerdotes pusieron en marcha con unas consecuencias que aún sorprenden a los estudiosos.
Un ensayo histórico y religioso completo
SOBRE LOS AUTORES
María Saavedra es profesora de Historia Universal e Historia de América en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad CEU San Pablo (Madrid). Ha publicado numerosos artículos y libros.
Javier Amate Expósito, es graduado en Historia e Historia del Arte por el CEU. Ha participado en Jornadas y Congresos especializados.