La perfección social y organizativa que tienen las abejas tiene su fruto, en esta ocasión tan dulce como la miel, con el cual se alimentan ellas mismas, si antes el ser humano y algunos animales no se lo han arrebatado. Y junto a este alimento de los dioses, nuestros diminutos insectos nos aportan tres milagros de la naturaleza, la Jalea real, el Polen y el Própolis, dotados cada uno de tantas cualidades que resulta imposible encontrar en toda la naturaleza algo similar. Las razones por las cuales el Creador decidió dotar a tan pequeños seres de la capacidad para fabricar tan extraordinarios productos no la sabemos, pero debe ser suficiente interrogante como para que las cuidemos y apreciemos cada vez un poco más.
Este sitio es seguro
Usted está en un sitio seguro, habilitado para SSL. Todas nuestras fuentes son constantemente verificadas.