¿Acumuló la Orden de los Caballeros Templarios un fabuloso tesoro durante los casi dos siglos de existencia? ¿Dónde fue escondido tras la disolución de la Orden en el año 1.312 dC? ¿Están aún ocultas sus riquezas en la Península Ibérica gracias a la colaboración del pueblo judío?
La Orden del Temple sigue suscitando un enorme interés después de más de siete siglos desde su extinción. Su estructura, sus construcciones y sus rituales de iniciación son sólo parte del misterio que aún envuelve a esta orden militar y religiosa que se convirtió en la organización más poderosa de su tiempo, superando a los reinos contemporáneos en riqueza y en influencia política. Durante décadas, amasaron una gran fortuna, con la que concedían préstamos a reyes y nobles. También acumularon reliquias sagradas y, según las leyendas, objetos religiosos de gran relevancia. Pero nada de eso fue encontrado cuando la Orden fue destruida como consecuencia de las intrigas del rey Felipe de Francia y de la debilidad del papa Clemente V. Durante siglos, numerosos investigadores han intentado encontrar al menos una pista del paradero de los objetos que los Templarios custodiaron con tanto secretismo. Se han localizado indicios en diversas partes del globo, pero las pesquisas no han llevado aún a ninguna conclusión coherente.
Enrique Ramos, ingeniero e investigador, descifra un código secreto perdido durante siglos e ignorado hasta el día de hoy, nacido de una relación de colaboración entre la Orden y ciertos círculos judíos de los reinos hispánicos y del sur de Francia. La comprensión de este código judeo-templario podría suponer la clave que nos oriente definitivamente hacia el lugar de reposo del mítico tesoro.
La Orden del Temple sigue suscitando un enorme interés después de más de siete siglos desde su extinción. Su estructura, sus construcciones y sus rituales de iniciación son sólo parte del misterio que aún envuelve a esta orden militar y religiosa que se convirtió en la organización más poderosa de su tiempo, superando a los reinos contemporáneos en riqueza y en influencia política. Durante décadas, amasaron una gran fortuna, con la que concedían préstamos a reyes y nobles. También acumularon reliquias sagradas y, según las leyendas, objetos religiosos de gran relevancia. Pero nada de eso fue encontrado cuando la Orden fue destruida como consecuencia de las intrigas del rey Felipe de Francia y de la debilidad del papa Clemente V. Durante siglos, numerosos investigadores han intentado encontrar al menos una pista del paradero de los objetos que los Templarios custodiaron con tanto secretismo. Se han localizado indicios en diversas partes del globo, pero las pesquisas no han llevado aún a ninguna conclusión coherente.
Enrique Ramos, ingeniero e investigador, descifra un código secreto perdido durante siglos e ignorado hasta el día de hoy, nacido de una relación de colaboración entre la Orden y ciertos círculos judíos de los reinos hispánicos y del sur de Francia. La comprensión de este código judeo-templario podría suponer la clave que nos oriente definitivamente hacia el lugar de reposo del mítico tesoro.