Los cuentos forman parte de nuestra vida desde el principio de los tiempos. Inventar historias es nuestro primer contacto con la creatividad desde la infancia: cada vez que jugamos a indios y vaqueros estamos creando una historia. La ficción es parte de nuestro desarrollo y es la manera natural de aprender y entrenarse en nuevas experiencias y resolución de problemas.
Sin embargo, una vez adultos perdemos este gusto por las historias. No son útiles, no son productivas, nadie las valora. Así, a medida que crecemos y "maduramos", dejamos de lado el placer de crear historias a modo de juego y entretenimiento para dedicarnos a cosas más serias y productivas, que es lo que se valora y con lo que obtenemos aprobación.
¿Qué nos aporta la creación de cuentos?
•En primer lugar, nos ayudan a conservar el espíritu lúdico. Esta actitud es absolutamente necesaria para tener una mente más creativa y también para ser más felices.
•Entrenan y fortalecen nuestra capacidad de improvisación, tanto en el ámbito creativo como en el de la vida diaria.
•Nos colocan en situaciones hipotéticas en las que medir nuestras habilidades y la capacidad de resolver problemas.
•Nos conectan con elementos desconocidos incorporándolos a nuestro subconsciente, enriqueciendo así nuestro material mental disponible.
De ahí la importancia de potenciar esta tendencia natural en los niños: conseguiremos que, desde un buen principio, se reconozcan a sí mismos como personas creativas, que confíen en esta capacidad suya y que en el futuro les resulte fácil asumir los riesgos implícitos a la creatividad e innovación.
A través de los juegos de este libro no sólo se practica la agilidad de crear historias, sino que también se aprenden los rudimentos básicos de los que se compone un cuento: la creación de personajes, la trama o el conflicto. Aquí tienes un pequeño manual con el que practicar el arte de crear cuentos de una manera original.
Sin embargo, una vez adultos perdemos este gusto por las historias. No son útiles, no son productivas, nadie las valora. Así, a medida que crecemos y "maduramos", dejamos de lado el placer de crear historias a modo de juego y entretenimiento para dedicarnos a cosas más serias y productivas, que es lo que se valora y con lo que obtenemos aprobación.
¿Qué nos aporta la creación de cuentos?
•En primer lugar, nos ayudan a conservar el espíritu lúdico. Esta actitud es absolutamente necesaria para tener una mente más creativa y también para ser más felices.
•Entrenan y fortalecen nuestra capacidad de improvisación, tanto en el ámbito creativo como en el de la vida diaria.
•Nos colocan en situaciones hipotéticas en las que medir nuestras habilidades y la capacidad de resolver problemas.
•Nos conectan con elementos desconocidos incorporándolos a nuestro subconsciente, enriqueciendo así nuestro material mental disponible.
De ahí la importancia de potenciar esta tendencia natural en los niños: conseguiremos que, desde un buen principio, se reconozcan a sí mismos como personas creativas, que confíen en esta capacidad suya y que en el futuro les resulte fácil asumir los riesgos implícitos a la creatividad e innovación.
A través de los juegos de este libro no sólo se practica la agilidad de crear historias, sino que también se aprenden los rudimentos básicos de los que se compone un cuento: la creación de personajes, la trama o el conflicto. Aquí tienes un pequeño manual con el que practicar el arte de crear cuentos de una manera original.