Este pequeño libro es una breve colección de poemas, una selección cuidadosa y significativa de mis primeros poemas, aquellos que fueron los primeros pasos en poesía de un servidor.
He querido rescatarlos de aquel cajón del escritorio en el que vamos guardando aquellos nuestros primeros poemas, sencillos, espontáneos, esclavos de estilo y rima en su mayoría, que casi todos tenemos y que no nos atrevemos a enseñar. He querido mostrarlos tal cual, sin aditamientos añadidos, tal como nacieron y, además, colocados en un riguroso orden cronológico para mostrar en el transcurrir de su lectura mi propia evolución como poeta.
No me mueve a ello otra cosa que el mostrar a mis amigos y lectores esa parte oscura de mis comienzos y el demostrarles que todos ellos poemas míos son y no me avergüenzo de ellos, porque fueron necesarios en mi natural evolución, al tiempo que les animo a que saquen los suyos propios.
Cubren un amplio periodo de tiempo (1990 -1995) e incluso incluyen como poema final lo que en un momento dado de mi existencia de especial decaimiento llegué a escribir como testamento final de mi vida poética que luego, para bien o para mal, decidí continuar.
He querido rescatarlos de aquel cajón del escritorio en el que vamos guardando aquellos nuestros primeros poemas, sencillos, espontáneos, esclavos de estilo y rima en su mayoría, que casi todos tenemos y que no nos atrevemos a enseñar. He querido mostrarlos tal cual, sin aditamientos añadidos, tal como nacieron y, además, colocados en un riguroso orden cronológico para mostrar en el transcurrir de su lectura mi propia evolución como poeta.
No me mueve a ello otra cosa que el mostrar a mis amigos y lectores esa parte oscura de mis comienzos y el demostrarles que todos ellos poemas míos son y no me avergüenzo de ellos, porque fueron necesarios en mi natural evolución, al tiempo que les animo a que saquen los suyos propios.
Cubren un amplio periodo de tiempo (1990 -1995) e incluso incluyen como poema final lo que en un momento dado de mi existencia de especial decaimiento llegué a escribir como testamento final de mi vida poética que luego, para bien o para mal, decidí continuar.