Finalista del Premio Minotauro de novela 2006
Abandonado de niño en un monasterio, Esteban de Sopetrán parece destinado a pasar su vida entre monjes, libros y rezos… Pero el destino no quiere que esa sea su vida: no tardará en abandonar el monasterio como escudero de don Fernán y, de manos de su señor, descubrirá que el mundo está plagado de oscuras fuerzas mágicas para las que está dotado de un modo innato. A partir de ese momento, su vida se convertirá en una sucesión de aventuras y desventuras, una búsqueda personal en la que su camino se cruzará varias veces con el de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador.
A caballo entre la fantasía y la historia, el horror y la magia, la guerra y el amor, Rafael marín construye en Juglar una epopeya fascinante en la que lo picaresco, lo mágico y lo épico se combinan a la perfección para reconstruir un siglo XI fantástico e inquietante.
Abandonado de niño en un monasterio, Esteban de Sopetrán parece destinado a pasar su vida entre monjes, libros y rezos… Pero el destino no quiere que esa sea su vida: no tardará en abandonar el monasterio como escudero de don Fernán y, de manos de su señor, descubrirá que el mundo está plagado de oscuras fuerzas mágicas para las que está dotado de un modo innato. A partir de ese momento, su vida se convertirá en una sucesión de aventuras y desventuras, una búsqueda personal en la que su camino se cruzará varias veces con el de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador.
A caballo entre la fantasía y la historia, el horror y la magia, la guerra y el amor, Rafael marín construye en Juglar una epopeya fascinante en la que lo picaresco, lo mágico y lo épico se combinan a la perfección para reconstruir un siglo XI fantástico e inquietante.