La publicación de Justine supuso un enorme escándalo y suscitó las más virulentas críticas. Sade fue calificado de “autor infame de novelas detestables”. A pesar de que se publicó clandestinamente y Sade siempre negara su autoría, fue Justine la principal causa para que se le encerrara de por vida en diferentes instituciones sanitarias acusado de “demencia libertina”.
Ya en vida de Sade la obra tuvo una gran difusión, se imprimieron seis ediciones en diez años, y Justine se convirtió en una obra maldita que circuló clandestinamente durante todo el siglo XIX. Se reconoce su influencia en las novelas de Flaubert, Dostoievski y en la poesía de Baudelaire; aunque la lista de escritores del siglo XIX en los que se ha querido ver la influencia de Sade, y más concretamente de su novela Justine, es extensa. A principios del siglo XX Apollinaire publica su obra y los surrealistas rescatan la memoria de Sade; desde entonces numerosos autores se han interesado por su obra; pero deberá esperarse hasta mediados de siglo XX para que se normalice su publicación.
Ya en vida de Sade la obra tuvo una gran difusión, se imprimieron seis ediciones en diez años, y Justine se convirtió en una obra maldita que circuló clandestinamente durante todo el siglo XIX. Se reconoce su influencia en las novelas de Flaubert, Dostoievski y en la poesía de Baudelaire; aunque la lista de escritores del siglo XIX en los que se ha querido ver la influencia de Sade, y más concretamente de su novela Justine, es extensa. A principios del siglo XX Apollinaire publica su obra y los surrealistas rescatan la memoria de Sade; desde entonces numerosos autores se han interesado por su obra; pero deberá esperarse hasta mediados de siglo XX para que se normalice su publicación.